Rescisión
La rescisión es la acción de dejar sin efecto un contrato o acto jurídico. De ese modo, las obligaciones y/o derechos de las partes dejan de estar en vigor.
En otras palabras, una rescisión es un acto formal por el cual una relación jurídica deja de contar con validez o, en simple, es anulada.
La rescisión puede deberse a distintas causas, ya sea, por ejemplo, por la disconformidad de una las partes que reporta haber sido perjudicada por el incumplimiento de una de las cláusulas del acuerdo. Igualmente, puede deberse a eventos que están fuera del control de los contratantes como el fallecimiento de uno de ellos.
Así, en algunos casos la parte que busca la rescisión deberá recurrir a las autoridades correspondientes para justificar su posición y pedir que el vínculo contractual sea declarado inválido.
La rescisión puede aplicarse a un contrato de trabajo, a la contratación de un servicio, al convenio firmado entre el Estado y un privado para el desarrollo de una obra pública, entre otros.
Otro punto tener en cuenta es que los contratos suelen contener cláusulas donde se explican los motivos de rescisión.
Asimismo, es importante acotar que la legislación de cada país norma de forma distinta el tema de la rescisión, pudiendo ser en algunos casos más flexible. Por ejemplo, cuando un empleador que quiere dejar sin efecto un contrato de trabajo.
Tipos de rescisión
Existen tres tipos de rescisión:
- Voluntaria: Existe un acuerdo entre las partes para dejar sin efecto el vínculo legal.
- Judicial: La anulación es emitida por la autoridad competente, usualmente un organismo del Poder Judicial. Por ejemplo, ante el reclamo de una de las partes que asegura haber sufrido un perjuicio.
- Fortuitas: Se da por motivos ajenos a la voluntad de los contratantes. Por ejemplo, un desastre natural que deja al deudor incapacitado de poder cumplir con el pago de un préstamo.
Ejemplo de rescisión
Imaginemos que una persona es contratada para trabajar en un periódico, y en el acuerdo se especifica que no puede publicar en otro medio de comunicación.
Por ende, si el contratado incumple dicha cláusula, la compañía podría declarar la rescisión del vínculo laboral y prescindir de los servicios del trabajador.
Otro ejemplo de rescisión podría ser cuando el Estado ha firmado un convenio con un consorcio privado para desarrollar la ampliación de un aeropuerto. Entonces, supongamos que pasados unos meses el concesionario no ha cumplido con los avances esperados del proyecto. Ante esa situación, el Gobierno podría buscar la forma de dejar sin efecto el contrato.