Subasta holandesa
La subasta holandesa es aquella en la que el subastador o vendedor inicia con un precio máximo, el cual irá decreciendo. Esto, hasta que un comprador esté de acuerdo con la tarifa y decida efectuar la compra, o hasta llegar al precio de reserva, es decir, el mínimo que el oferente está dispuesto a aceptar en la transacción.
En otras palabras, este tipo de subasta comienza con un precio, el cual va reduciéndose hasta llegar a concretar la venta. El ganador paga el último precio anunciado.
Un segundo escenario es que se llegue a lo que se conoce como precio de reserva, que es el precio más bajo que el subastador está dispuesto a admitir.
Este tipo de puja es común, por ejemplo, en las subastas de tulipanes en Holanda.
Características de la subasta holandesa
Algunas características resaltantes de la subasta holandesa son las siguientes:
- La idea es que el vendedor reciba el mayor precio posible, al igual que en una subasta tradicional, pero se parte de un ‘techo’, del cual se va bajando hasta que uno de los potenciales compradores acepte el precio.
- Resulta conveniente cuando se necesita vender el bien o la mercancía rápidamente, pues no requiere varias pujas entre los partícipes de la subasta.
- La evidencia sugiere que, en comparación con la subasta tradicional, las subastas holandesas terminan con precios de venta más bajos.
- No entra a figurar el factor de la competencia entre los postores, que puede llevar a cada uno a ofrecer un precio mayor que otro, quizá, solo por ganar, y no bajo un análisis racional.
Subasta holandesa de acciones
En el mercado bursátil, existe un método de subasta holandesa al efectuar una oferta pública de acciones. Es decir, consiste en que el precio va bajando hasta lograr vender la cantidad de títulos que el oferente desea.
Para entender cómo funciona, mejor veamos un ejemplo.
Supongamos que la empresa AZ quiere vender 20.000 acciones. Entonces, al principio las ofrece a 20 euros cada una. Pero no recibe respuesta y baja el precio a 18 euros, recibiendo ofertas por 4.000 acciones. Luego, sigue bajando el precio a 15 euros, recibiendo ofertas por 7.000 acciones, y al bajar el precio a 14 euros, recibe otra oferta por 9.000 acciones.
Entonces si sumamos la primera, segunda y tercera oferta (4.0000+7.000+9.000), ya completamos las 20.000 acciones. Todos los ganadores pagarán el último precio, es decir, 14 euros (aunque hayan ofrecido un precio más alto).