Una acción es un activo financiero que representa una parte alícuota del capital social de una sociedad anónima (S.A.).
Al comprar acciones se reciben unos derechos sobre la empresa y se obtiene la categoría de socio. De esta forma el comprador de la acción se convierte en dueño de la empresa en una proporción acorde a las acciones que hayamos comprado.
Es decir, mediante la compra de una acción nos convertimos en dueños de esta sociedad.
¿Para qué sirven las acciones?
El principal objetivo de las acciones captar capital. Este capital puede ser empleado, por ejemplo, para llevar a cabo su actividad principal, ampliar instalaciones o afrontar nuevos proyectos.
Al dividir la empresa en pequeños trocitos (acciones), permite a pequeños inversores participar en el reparto de beneficios de la propia empresa, por lo que es más fácil recaudar fondos. En este sentido, cuando las empresas crecen mucho y necesitan grandes cantidades de dinero para llevar a cabo proyectos para seguir creciendo, muchas de ellas salen a bolsa.
Para poder salir a bolsa, uno de los requisitos es que mínimo el 25% de las acciones que se ofrecen estén repartidas entre el público. Aquí es cuando aparece la figura de la oferta pública de venta (OPV). En ella se produce una venta masiva de acciones por parte de uno o varios socios. Si quieres saber más acerca de qué es una OPV, aquí tienes nuestro artículo.
Desde el punto de vista de los inversores, el objetivo de tener una acción es realizar una inversión. Los inversores que compran acciones quieren obtener una rentabilidad del dinero depositado. En este sentido, la rentabilidad se puede obtener a través de dos vías.
La primera de ellas es mediante la revalorización. Imaginemos que decidimos comprar una acción de Nike a un precio de 100$ y tras el paso de un año esa misma acción tiene un precio de 120$. En este caso, si vendemos ahora mismo ganaríamos 20$ por esa acción.
La segunda vía para obtener rentabilidad es con los dividendos. Hay muchas empresas que reparten una parte de los beneficios obtenidos durante un año entre todos sus inversores. La cuantía que se reparte por acción se llama dividendo.
Los derechos del accionista
La acción convierte a su titular en propietario y socio capitalista de la firma en proporción al monto de acciones que ha suscrito. Generalmente, y en la misma medida, le confiere el derecho a votar en las asambleas generales de la empresa y a recibir los dividendos que le corresponden de acuerdo a las ganancias que se hayan obtenido.
La capacidad de decisión y poder de unas acciones irá en función del porcentaje del capital que representen dichas acciones. Quien obtenga el 51% o más de las acciones obtiene el control de la sociedad alcanzando una «mayoría».
La clase y el número de acciones que posee una persona definen sus derechos y la magnitud de su propiedad. A continuación detallamos los tipos de acciones que hay y los derechos que confieren.
A la hora de invertir en acciones, debes conocer en profundidad todas sus características. Ello te permitirá aumentar tus posibilidades de éxito a la hora de obtener una rentabilidad de tus ahorros. Si quieres saber más sobre las acciones, te dejo este contenido relacionado: Curso básico de inversión en bolsa.
Tipos de acciones
Existen tipos de acciones muy variados. En este apartado te vamos a explicar los más importantes. Las acciones se suelen clasificar en función de diferentes factores.
- Según su tipología:
- Acciones ordinarias: En este tipo de acciones el accionista tiene derecho a voto en las asambleas ordinarias. En las cuales se decide si los beneficios se reparten o se reinvierten. Por otro lado, también conceden el derecho del cobro de dividendos.
- Acciones preferentes: Estas acciones le dan al inversor privilegios en el cobro de dividendos frente a los accionistas ordinarios. También es cierto que estos accionistas no tienen derecho a votar en las asambleas ordinarias.
- Según el titular:
- Acciones nominativas: Las acciones nominativas están emitidas a nombre de un titular específico.
- Acciones al portador: En este caso, el propietario de la acción es el que posee el título de forma física.
- Cotización en bolsa:
- Acciones privadas: Estas acciones no son cotizadas en bolsa, por lo que para comprarlas es necesario llegar a un acuerdo privado entre el propietario y el comprador.
- Acciones cotizadas: Las acciones cotizadas se compran y venden en los mercados financieros.
En resumen, estos son los principales tipos de acciones que existen. Si quieres profundizar más, en este artículo puedes ampliar la información: Tipos de acciones.
Emisión de acciones
La emisión de acciones es el momento en el que una compañía pone a la venta sus acciones. Puede ser cuando se crea la sociedad o cuando se realiza una ampliación de capital.
Cuando se produce la emisión, los inversores pueden acudir a comprar acciones de dicha empresa libremente para convertirse en accionistas. La venta de estas acciones se puede dirigir de tres formas diferentes:
- Inversores institucionales: En este caso, adquieren las acciones grandes empresas con la capacidad de realizar un gran desembolso. Este tipo de venta es rápida y directa, ahorrando numerosos costes. Un ejemplo de inversor institucional son los fondos de inversión.
- Inversores individuales: Se llega a un acuerdo entre la empresa y los inversores de forma directa, sin ningún intermediario. Es un sistema complejo, ya que la empresa tiene que conseguir numerosos compradores.
- Agentes de venta: De este modo, la empresa delega la venta de acciones en un intermediario. Este agente será el encargado de encontrar los compradores de las acciones.
El valor de las acciones
El precio al que se emiten las acciones refleja su valor nominal, que es el valor inicial al cual fueron emitidas. Se calcula como el capital social de la sociedad entre el número de acciones emitidas.
No debe confundirse valor nominal con precio de mercado. El precio de mercado es el precio al que están cotizando las acciones una vez han sido emitidas.
Las acciones de algunas sociedades cotizan en bolsa, y por tanto, se negocian entre el público general. El precio de una acción cotizada en bolsa representa la confianza o desconfianza que tengan los inversionistas ante el desempeño de la empresa emisora: expectativas ante los dividendos futuros, ampliaciones de capital, desenvolvimiento en el mercado, etc.
También influye, en este último sentido, un conjunto de factores macroeconómicos: rendimiento de otro tipo de obligaciones, tipo de interés general, expectativas respecto al desempeño del conjunto de la economía, etc.
Las acciones pueden ser a la orden, cuando figura en ellas el nombre de su poseedor, y al portador, cuando son suscritas sin tal especificación. Las primeras se traspasan mediante endoso, en tanto que las segundas son compradas y vendidas libremente en la bolsa de valores donde cotizan (instrumento de renta variable).
La acción como activo financiero
Las acciones son un instrumento de renta variable, lo que quiere decir que no hay establecido por contrato una retribución económica al accionista. La retribución dependerá de cómo sea la situación que atraviesa la compañía. Si la sociedad lo cree conveniente, repartirá dividendos (rendimiento de la operación) y, en caso contrario, no se recibirá ninguna retribución. Se es socio de la sociedad siempre que se mantengan las acciones.
Antiguamente, los accionistas recibían un papel, llamado título físico, el cual indicaba que tenía X acciones de una empresa. Sin embargo, con la entrada de internet, existen registros electrónicos en las entidades financieras que muestran esos datos. Ser accionista mediante anotación en cuenta, en vez de teniendo un título físico, hace que la realización de las operaciones sea un proceso más sencillo y ágil.
Ejemplo de acción
A continuación te vamos a aportar dos ejemplos de acciones. Uno de ellos va a ser de una empresa no cotizada y el otro de una empresa cotizada.
Imaginemos que somos propietarios de una empresa que fabrica zapatos. Necesitamos ampliar la planta y eso tiene un coste de unos 100.000$. Tenemos dos opciones, pedir un préstamo al banco o buscar un inversor que, a través de una ampliación de capital, nos aporte la liquidez que necesitamos.
Optamos por la segunda opción y emitimos las acciones por valor de 100.000$ que comprará el inversor para participar en nuestra empresa.
En el caso de las empresas cotizadas, podemos encontrar el caso de Coca-Cola. A continuación te dejamos un gráfico en el que puedes ver cómo ha fluctuado su precio a lo largo del tiempo.