Tipos de procesadores

Los tipos de procesadores son el conjunto de todas y cada una de las clases de procesadores que se puedan clasificar de una forma u otra.

Es decir, un procesador o microprocesador es aquel chip que se encuentra integrado en la placa base y que se encarga de ejecutar las instrucciones que ordena el usuario.

Luego, dependiendo de las características y las funciones de un procesador, pertenecerá a una serie de tipos o categorías.

Características de un procesador

Se pueden diferenciar los procesadores entre ellos mismos según los siguientes factores a tener en cuenta:

  • Núcleos: Los núcleos de un procesador son los que permiten a un dispositivo realizar más de una tarea simultáneamente sin que le suponga una gran dificultad. A más núcleos más facilidad de multitarea.
  • Potencia: La potencia de un procesador se mide en la cantidad de energía que consume, por lo que la forma de medir este factor será en vatios.
  • Número de hilos: En cada núcleo se dan un número determinado de hilos. Podemos decir pues que, si los núcleos son el número de manos disponibles que posee un procesador, los hilos son el número de dedos en cada mano.
  • Frecuencia de reloj: Consiste en la agilidad y velocidad que el procesador encaja y sincroniza las tareas que se están llevando a cabo en el dispositivo. Se suele medir con ‘Ghz’ (gigahercios). A más Ghz mejor irán sucediendo las operaciones y procesos.
  • Memoria caché: Es la memoria de uso rápido de un procesador. Guarda información que estima que va a utilizar a corto plazo un alto número de veces.
  • Zócalo: De este factor depende si un procesador es compatible o no con ciertas placas base de según qué dispositivo, ya que es el tipo de conector que enlaza procesador y placa base.

En definitiva, teniendo en cuenta todos los factores mencionados, se darán procesadores de una tipología u otra, ya sea con base en su potencia, rendimiento o consumo de energía.

Tipos de procesadores

Según sea la función final de un procesador, tenderá a potenciar un factor en detrimento de otros o, en otro orden, se concentrará en potenciar todos y cada uno de los factores. De ello dependerá el uso y utilidad que se le vaya a dar.

  1. Procesadores para dispositivos portátiles: La intención de crear un procesador para dispositivos móviles y/o portátiles, es que exista una potencia mínima, ya que al no estar conectado de forma continua a la corriente depende de una batería. Ejemplos son los smartphones, las tablets y los ultrabooks.
  2. Procesadores para dispositivos de sobremesa: Por otra parte, los dispositivos que tienen la característica de sobremesa buscan una potencia bastante mayor. Esto es posible al tener la opción de más espacio y estar conectado directamente a la corriente eléctrica. Algunos ejemplos son los PC’s gaming o de edición de vídeo, y las consolas de sobremesa, tales como PS o la XBOX.
  3. Procesadores para dispositivos intermedios: Sin embargo, existen algunos dispositivos que buscan una potencia decente que equilibre fuerza y consumo energía. Estos dispositivos tienen el objetivo de emular hasta cierto punto a procesadores potentes, pero con la característica portátil. Ejemplos son las consolas portátiles como la Nintendo Switch, la PSP o el iPad Pro.

Se debe tener en cuenta pues, que a mayor número de núcleos mayor será la cantidad de hilos y, por ende, mejor frecuencia de reloj tendrá el procesador. Esto conllevará ineludiblemente a que haya más potencia, por lo que el consumo será superior. De ahí nace la dicotomía entre la potencia y portabilidad de un dispositivo con base en su procesador.

Ejemplos de tipos de procesador

Como se ha mencionado anteriormente, dependiendo de los factores y la función final en los que se base un procesador, tendrán una meta u otra. Algunos ejemplos de procesadores son:

  • Intel® Core™ i9-9900KS: Este procesador es el más potente de los tres expuestos y está orientado a dispositivos de sobremesa. Posee una potencia máxima de 5 Ghz.
  • Snapdragon 865+: Por otra parte, este procesador está concebido para dispositivos móviles. Además, es un procesador muy potente, ya que cuenta son una potencia máxima teórica de 3,1 Ghz.
  • A13 Bionic: Por último, este procesador está pensado para dispositivos en los que las tareas que va a llevar a cabo no van a ser muy pesadas. Es por tanto, un procesador ágil para tareas sencillas en dispositivos móviles.

Como se puede observar, la potencia de un procesador es uno de los factores más importantes para tener en cuenta dependiendo del uso que se le quiera dar. Otros aspectos a tener en cuenta son la generación del procesador, y si está orientado específicamente para una tarea u otra dentro de su tipología, ya sea para edición de videos, videojuegos, ofimática, etc.

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Jonathan Llamas , 03 de marzo, 2021
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