Edad del Bronce
La Edad del Bronce es la etapa prehistórica que transcurrió entre el año 3000 a.C. y el año 1200 a.C. Su denominación se debe al descubrimiento del metal del bronce, que se obtenía gracias a una aleación de cobre y estaño.
Esta época se caracterizó por un gran avance, pudiendo destacar, entre otros, la fundición de distintos tipos de metales.
A su vez, la población comenzó a agruparse en asentamientos de mayor tamaño, mientras que la sociedad empezaba a organizarse de manera más compleja. Igualmente, se produjo un importante desarrollo de las armas, de los ejércitos y el poder político se centralizó.
Etapas de la Edad del Bronce
Cabe distinguir tres grandes periodos que marcaron el devenir de la Edad del Bronce:
- Edad del Bronce Antigua (3000 a.C.-2000 a.C.): Las actividades principales eran la caza y la pesca, sin olvidar que el desarrollo del bronce permitió la introducción de mejoras técnicas en la agricultura.
- Edad del Bronce Media (2000 a.C.-1600 a.C.): Marcada por numerosos enfrentamientos bélicos, también supuso avances en el comercio, pues se cambiaban alimentos por objetos de metal.
- Edad del Bronce Final (1600 a.C.-1200 a.C.): En esta etapa destaca la aparición de la escritura, mientras que, en el plano político, pequeños grupos sociales ostentan el poder y la estructura de la sociedad se torna más compleja.
Principales rasgos de la Edad del Bronce
Entre los principales rasgos de esta época, conviene señalar los siguientes:
- Se trabajan los metales, lo que permite crear nuevos utensilios.
- Grupos sociales muy reducidos detentan el poder político. La sociedad se vuelve más compleja.
- Los rituales funerarios y enterramientos cobran importancia.
- Crecimiento de la actividad económica y del comercio. Cabe destacar la importancia de la especialización.
- Mejoras en armamento y aumento de los enfrentamientos bélicos.
Economía y sociedad en la Edad del Bronce
En la Edad del Bronce nos encontramos ante una producción artesanal. De este modo. Por otra parte, se da una especialización en la producción de distintos objetos (armas, utensilios). En caso de existir excedentes en la producción de distintos objetos, este excedente podía almacenarse y, dado el caso, incluso distribuirse.
La economía era fundamentalmente agraria y ganadera. Las nuevas técnicas e instrumentos agrícolas permitieron obtener un mayor rendimiento en el campo. Los animales domésticos se emplean para trabajar la tierra e irrumpe el arado de reja de madera con cubierta de metal.
Otra característica destacable de la Edad del Bronce es el asentamiento de una sociedad fuertemente jerarquizada, con los reyes detentando un gran poder político y una aristocracia dedicada a la agricultura y a los conflictos bélicos.
Civilizaciones de la Edad del Bronce
El origen de la Edad del Bronce tuvo lugar en el Levante Mediterráneo, Persia y Mesopotamia. De hecho, se ha considerado que Mesopotamia es la cuna de la civilización. Todo ello se debe a avances técnicos como los diques y canales, de gran utilidad para la agricultura, sin olvidar el código de Hammurabi, una de las primeras leyes registradas por escrito en la historia de la humanidad. Igualmente, en este apasionante periodo histórico tuvo su origen la diplomacia.
No solo Mesopotamia sería un escenario trascendental en la Edad del Bronce, pues en China se desarrolló una importante industria del bronce que perviviría, incluso, después de ser descubierto el hierro. Las civilizaciones precedentes a la Grecia Helénica también vivieron un importante desarrollo y expansión, entre las que cabe señalar los pueblos de las Cícladas, los minoicos que se asentaron en la isla de Creta y los micénicos que ocuparían el Peloponeso para, posteriormente, expandirse por Creta y el Mediterráneo.
La Edad del Bronce concluiría hacia el año 1200 a. C. fruto de diversos desastres naturales que trajeron consigo una grave escasez de alimentos y tiempos convulsos, poniendo fin así a una etapa en la que habían florecido civilizaciones como Egipto o la Grecia micénica.