Una de las cosas más complicadas que pueden haber a la hora de tener un negocio es poner precios a los productos, o servicios que se ofrecen.
Este quebradero de cabeza tiene solución, pero para ello hay que tener en cuenta una serie de cuestiones a la hora de fijar los precios. Es importante tener en cuenta los costes de las materias primas utilizadas, las horas de trabajo invertido, los costes de producción, la publicidad asignada, y los impuestos asociados.
Una vez se tengan claros estos conceptos, y los importes relacionados que menciono, es hora de empezar a poner precios a los productos, o servicios de nuestra empresa.
Estrategias de precios
Estas son las más destacadas:
- Neuromarketing. Una técnica que nos permite adentrarnos en la psicología, y el mundo de las emociones asociadas a los usuarios. En este caso se pueden utilizar trucos con un cierto efecto psicológico: indicar un precio habitual cuando es un producto muy utilizado en diferentes negocios como un café, una cifra redonda cuando se trata de productos de un gran valor, y con calidad como un coche, una cifra impar, aquí entra en juego el 1,99 para dar sensación de que algo es barato, y existen productos a los que se les fija un alto precio para dar sensación de exclusividad tanto al producto como a la marca.
- Poner precios en función de la competencia. Aquí se ha estudiado, y observado ampliamente a la competencia para marcar los precios de un negocio propio. Suele ser una estrategia por precios, no tanto por el valor del producto en si. En estos casos se realizan descuentos de forma habitual, se penetra en el mercado con un precio más bajo de lo habitual, o en ocasiones mantener un precio medio en relación al mercado. Esta estrategia el inconveniente que tiene es que depende mucho de los precios, y hay que vender mucho más para sacar beneficios ya que aquí no se tiene tan en cuenta la base inicial de producción, materias primas, entre otros costes asociados.
- Precios asociados al valor del producto. En este caso hay que valorar lo que aporta el producto, lo extraordinario que es en relación a la competencia. En estos casos el servicio, o producto es muy bien recibido por el público, y aporta exclusividad, y valores que no tiene la competencia. Este tipo de opción es recomendable porque cuanto más valor posea, y más soluciones aporte más se puede aumentar, o ajustar el precio.
- Transmitir una experiencia única. Esto algo emocional que puede ir intrínseco en el producto, y la publicidad asociada tiene mucho que ver a la hora de conseguir este objetivo. Se trata de hacerle llegar al consumidor que el producto será una experiencia única para él, diferente, y especial. Una reconocida marca de bombones utilizaba este tipo de estrategia en sus anuncios dando a entender que eran inigualables y que saborear uno de ellos era algo mágico.
Como verás existe una gran variedad de estrategias, pero, ¿cuál escoger? Siempre dependerá del producto, o servicio que tengas. Pero aquí tienes unas sugerencias:
- Si vas a vender un coche, o un producto similar lo recomendable es aplicar un precio redondo.
- Si tienes un supermercado, y quieres lanzar una serie de ofertas, aplica precios con cifras como: 1,99, 3,99…
- Siguiendo la línea de precios anterior, puedes dar salida a stock a través de los lotes, o packs reuniendo varios productos a un precio menor.
- Cuando tienes un negocio, y quieres lanzar tus servicios puedes tener en cuenta la estrategia de penetración relacionada con tus precios, fijando unos costes menores de tus productos para fidelizar a los consumidores, e ir subiéndolos progresivamente. Eso sí, ten en cuenta que esto no será sencillo si los usuarios se acostumbran a que tus productos valen menos que los de la competencia.
- Otra opción que puedes poner en marcha es crear elementos diferenciadores a través de tablas (si tienes una web queda muy visual), o en el propio comercio en el que si te interesa vender un determinado servicio puedes ofrecer tres opciones, siendo la que está situada en medio la que te interesa que tus clientes compren. Añade características poco atractivas en la primera, y poco diferenciadoras en el tercer servicio, y centra todo lo interesante en la columna intermedia.
Como verás puedes escoger diferentes técnicas a la hora de poner los precios a tus productos. Es muy importante que conozcas de antemano al cliente ideal al que te diriges, y además el valor que posee tu marca. Esto te ayudará a fijar los precios, y escoger mejor las técnicas que tienes a tu alcance.