Economía conductual
La economía conductual o economía del comportamiento es el estudio de cómo los factores psicológicos, sociales o cognitivos afectan las decisiones económicas de los individuos.
La economía conductual está principalmente interesada en explicar por qué los individuos muchas veces se comportan de manera distinta a la de un agente racional, alejándose de uno de los supuestos fundamentales de la economía clásica. Igualmente sucede con las finanzas del comportamiento que se alejan de los supuestos de las finanzas tradicionales.
Los modelos que se utilizan para analizar el comportamiento usualmente integran ideas de la psicología, neurociencia y microeconomía.
Algunos ejemplos de economía conductual
La economía conductual o del comportamiento ha observado varias conductas de las personas comunes y corrientes que violan el supuesto de racionalidad cuando toman decisiones de consumo. A continuación, vemos algunos ejemplos:
- Avalancha de información: Los consumidores tienen que comparar muchas opciones y características, lo que los lleva a la confusión, elegir al azar o incluso a no tomar ninguna decisión.
- Heurística: Los consumidores muchas veces toman atajos en sus decisiones. Así, por ejemplo, en vez de analizar toda la información se limitan a comprar lo mismo que sus amigos o familiares.
- Legado: Los consumidores tienden a ser renuentes a cambiar de proveedor o de marca por miedo a equivocarse.
- Inercia: Los consumidores generalmente no se cambian de proveedor cuando tienen que hacer algún esfuerzo (como, por ejemplo, desactivar una cláusula de renovación automática).
- Miopía: Los consumidores tienden a tener una visión de corto plazo privilegiando el disfrute actual en vez de esperar para disfrutar en el futuro. Así, por ejemplo, cuando se tienen que tomar decisiones de inversión a largo plazo o de ahorro para jubilación, los consumidores no ponen suficiente valor a los pagos futuros.
- Marco: Los consumidores se ven influenciados por la manera o el marco en que la información es presentada. A veces, la misma data mostrada en distintas formas lleva a decisiones diferentes.
- Aversión al riesgo: La preferencia por evitar una pérdida es más grande que la preferencia por ganar algo.