Seguramente habremos escuchado numerosas veces que la mejor forma de dirigir una empresa es siendo un líder y no un jefe. La figura del líder, en los últimos años, ha ganado especial relevancia y, en ocasiones, se atribuye este concepto a todo aquel que ocupa una posición de dirección, sin siquiera establecer unos criterios homogéneos que distingan al buen líder del jefe tradicional.
Con el fin de esclarecer un poco en qué consiste este concepto, así como las cualidades que definen al líder, se exponen aquellas características fundamentales que todo buen líder debe tener. Y es que, ni todo aquel que dirige es un líder, ni todo aquel que se denomina líder lo es. El líder es aquel que presenta una serie de cualidades que, como exponemos a continuación, nos dicen quién es un verdadero líder y quién, por el contrario, es un impostor.
Dicho esto, veamos las principales características que todo buen líder debe tener.
1. Un líder es un ejemplo a seguir
El líder es la persona que debe ser ejemplo en la compañía. El líder es aquel lobo al que toda la manada debe seguir, por lo que sus acciones deben denostar confianza y responsabilidad. Por esta razón, el líder siempre debe actuar dando ejemplo a los demás de cómo se debe actuar en cada una de las distintas situaciones que se suceden en el día a día.
Y es que hablamos de que un líder es un guía para el resto de personas que están a su lado, por lo que las directrices siempre deben ser las correctas y, si se pide una determinada profesionalidad, esta debe demostrarse previamente y reflejarse en nuestros actos.
2. El buen líder muestra empatía
Ningún líder será nunca un buen líder si este no tiene empatía. Es decir, si este no es capaz de comprender a los miembros de su equipo, conocer sus problemas y, en este sentido, tratar de empatizar con ellos.
Para que un equipo funcione a pleno rendimiento, debe existir una cohesión que solo se logra a través de la empatía. El líder es aquel capitán que hace que todo el equipo vaya a una y nadie se quede atrás. Por ello, este debe mostrar empatía, conocer a los miembros de su equipo, a la vez que debe mantenerlos motivados para que estos logren sus objetivos.
3. El líder posee experiencia y conocimiento
El líder es la persona encargada de dirigir a un grupo de personas que de este dependen. Por esta razón, y dado que hablamos de personas que deben aprender de él, el líder debe contar con experiencia y conocimiento que avalen sus decisiones. Cuando el líder cuenta con una amplia experiencia, así como un notable conocimiento técnico, este puede transmitir mejor las decisiones, optar por las correctas, a la vez que planifica correctamente el desarrollo del plan.
El líder, por tanto, siempre debe contar con esa experiencia y ese conocimiento, ese aval, que le respalde frente a los miembros de su equipo, y las capacidades con las que cuentan los mismos.
4. El líder muestra pasión y compromiso con su trabajo y su empresa
Si el líder no muestra pasión por su trabajo, si no muestra compromiso con su organización, nadie dentro del equipo podrá hacerlo. Como decíamos al inicio, el líder es el ejemplo a seguir por los miembros de su equipo, por lo que las acciones que lleve a cabo el líder serán replicables por los miembros del equipo. Si estas acciones se hacen con desgana y con falta de motivación, los miembros del equipo las harán de igual forma.
Así pues, el líder debe ser consciente de ello, y transmitir esa pasión y ese compromiso, para mantener a los miembros del equipo motivados y comprometidos con la empresa.
5. El buen líder descubre y potencia el talento
El buen líder nunca callará a nadie que trate de aportar su visión y sus ideas. El líder no creerá que siempre lleva la razón, y se mostrará arrogante ante el grupo. No es aquel que todo lo sabe, y demuestra a todos que es el más listo del colectivo. El líder es aquel que ve el talento y lo potencia; que ve una buena idea y la respalda; que ve un éxito y lo celebra conjuntamente.
El líder es una persona que trata de sacar lo mejor de cada uno de los miembros de su equipo. Por esta razón, esta es una de las características fundamentales del buen líder, pues un líder no humilla, anima; no discute, debate; no grita, aconseja. Un líder, en definitiva, es una persona que debe inspirar al equipo, no acomplejarlo.
6. Un líder reconoce y comparte los éxitos
El líder nunca debe pensar en solitario, nunca debe tratar de alcanzar el éxito propio, en detrimento del éxito general. Pues es la persona que debe compartir los éxitos con su equipo, que reconoce los éxitos ajenos antes que los suyos, que celebra los objetivos alcanzados cada fin de mes, y que valor a los miembros de su equipo, y valora su papel en la consecución de los mismos.
Este siempre piensa en compartir, por lo que sus éxitos son los de su equipo, y los de su equipo son los suyos. Esto es una cualidad innata del líder, pues siempre mirará por su manada, y la motivación y el compromiso de los mismos.
7. El líder es el mejor comunicador
El líder debe ser el mejor comunicador dentro del equipo. Este debe coordinar todas las acciones que el equipo desempeña, y comunicar los objetivos, las directrices, así como aquello que tenga que comunicarse para la ejecución del proyecto.
Por esta razón, el líder debe promover la comunicación dentro del equipo. El líder debe ser el comunicador que coordine la comunicación entre todos los miembros del equipo. Y para ello, se necesitan dotes comunicativas, así como habilidades sociales.
8. El buen líder delega
El líder es aquel que está tan comprometido con su equipo, que es capaz de hacerle partícipe de los proyectos que a este le fueron asignados. Así pues, el líder es una persona que confía en su equipo, quiere empoderarlo y motivarlo para la mejora de los resultados. Por esta razón, este no tiene problemas en delegar tareas a compañeros del equipo, los cuales se comprometen más con la organización por el traspaso de responsabilidades.
La tarea de delegar es muy propia del líder, y este suele hacerlo con los miembros de su equipo. Unos miembros que, con el paso del tiempo, se van convirtiendo en nuevos líderes.
9. El líder huye de las jerarquías
Para el líder, todos los miembros del equipo son compañeros, y ostentan una misma posición en una estructura horizontal. El líder es aquel que huye de los sistemas verticales, donde existen jefes y empleados. Este prefiere el trabajo en equipo, la asignación de roles, la delegación de tareas, así como otras acciones más propias de compañeros.
Así pues, nunca veremos a un líder recordar continuamente a los empleados quién manda, más allá de ejercer su autoridad en momentos que sea preciso hacerlo. Para el líder, todos los miembros del equipo son determinantes, y cumplen con su función dentro del equipo.
10. El buen líder genera nuevos líderes
En último lugar, siendo esta mi favorita de todas, la cualidad que más define a un líder es la de que un líder genera nuevos líderes. Como decíamos al inicio, el líder es una persona que potencia el talento, que no persigue las estructuras verticales, que le gusta compartir, y por ello, también quiere compartir su posición. El líder, como hemos visto, es una persona que quiere delegar sus tareas, que confía en su equipo, y confía en que sus miembros también serán líderes algún día.
El líder quiere generar nuevos líderes, y que su legado vaya transmitiéndose entre todos los miembros de una compañía. Pues un líder no mira por él, como se ha dicho a lo largo de este artículo, sino por la compañía, así como por la supervivencia futura de la misma.