La mantequilla escasea, lo que ha provocado que sus precios se disparen. La escasez no solo está afectando especialmente a Francia, pues otros países europeos, Estados Unidos y Australia también están sufriendo los efectos. Tal es el incremento de los precios, que en septiembre la tonelada de mantequilla se situaba en los 7.000 euros.
Se cierne una tempestad sobre Francia. Los elevados precios, una producción láctea insuficiente y una gran demanda procedente del exterior están dejando desabastecidos los supermercados franceses.
Francia desabastecida
Ya en agosto el precio de la mantequilla aumentó un 60% en Francia, ubicándose en los 6,7 euros el kilo. Si nos referimos a los mercados internacionales, la tonelada de mantequilla ha pasado de los 2.500 euros a tener un valor de 7.000 euros. Todo ello ha llevado a Francia a pasar por su situación más delicada desde la Segunda Guerra Mundial.
Las consecuencias de la escasez ya se hacen sentir en el sector de la repostería, teniendo su impacto especialmente sobre productos estrella como el pain au chocolat o el célebre croissant. Y es que estos afamados productos franceses requieren mantequilla para ser elaborados. Ante semejantes dificultades, pastelerías y reposterías, se han visto obligadas a repercutir el coste sobre el consumidor.
El presidente de la federación de productores lácteos Thierry Roquefeuil, afirma que esto se debe a una guerra de precios entre los minoristas franceses. Otro argumento que puede explicar el actual panorama es que la mantequilla es un producto sano, por lo que su demanda ha aumentado.
La demanda internacional: una de las causas
Si continuamos buscando explicaciones a la escasez y al espectacular repunte de los precios de la mantequilla, la cuestión trasciende más allá de las fronteras francesas. Tendríamos que explicar este fenómeno por la fortísima demanda internacional.
Investigando en el plano internacional, encontramos que un mercado tan grande como el chino ha descubierto la prestigiosa bollería francesa. Recordemos que la mantequilla es un ingrediente fundamental en la bollería. Solo el año pasado, las exportaciones de mantequilla a China se vieron incrementadas en un 46%.
Otro factor que ha agravado la situación fueron las restricciones impuestas en la producción láctea. Las cuotas que estableció la Comisión Europea a partir del año 2015 ocasionaron un notable descenso de los precios, que forzaron a muchos ganaderos a abandonar el sector.
A un problema de una oferta insatisfecha por una insuficiente demanda se suma el incremento de los precios que deben soportar los consumidores. La escasez ha ocasionado que los consumidores deban hacer frente a incrementos que oscilan entre el 5% y el 10%.
Ante la negativa de las grandes superficies, los productores de lácteos han decidido exportar su mantequilla a mercados extranjeros donde puedan gozar de márgenes mayores.
Los problemas ocasionados por la escasez de mantequilla están afectando a países como Gran Bretaña, donde los precios están experimentando espectaculares incrementos (un 20% con respecto al año anterior). Tal es la situación, que Kevin Bellamy, como experto en productos lácteos de Rabobank, ha declarado que “lo que estamos viendo es un incremento de los precios que está estrangulando la demanda”. Así pues, las compañías de alimentación están barajando nuevas opciones, lo que les ha llevado a reformular sus productos.
Parece ser que las razones que explican la escasez y el aumento de los precios de la mantequilla son numerosas, pues la recuperación de cabezas de ganado está siendo lenta, cosa que ocurre en países como Alemania y Francia. También merece ser señalado el caso de Holanda, donde el número de vacas permanece limitado por motivos medioambientales.