El conflicto entre Israel e Irán ha devuelto la volatilidad a los mercados. Analizamos qué está pasando en Oriente medio, cómo reaccionan los principales activos y qué puede hacer un inversor para proteger su cartera sin dejarse llevar por el pánico.
La volatilidad vuelve al mercado. El índice de volatilidad VIX volvió a situarse por encima de 20, lo que nos indica que el miedo y la incertidumbre están de nuevo en el mercado.
Pero esto no quiere decir que la bolsa baje. Los principales índices están comportándose bastante bien a pesar del nerviosismo.
Vamos a verlo.
¿Qué está pasando en Oriente medio?
En solo unos días, el conflicto ha pasado de las palabras a ataques a diestro y siniestro. Trump ha exigido la “rendición incondicional” de Irán, ha insinuado posibles bombardeos y ha pedido evacuar Teherán. Todo esto mientras se celebraba el G-7.
Además de los daños evidentes y catastróficos de una guerra en los países implicados, sus consecuencias se notan en todo el globo. Los conflictos prolongados tienden a dañar la confianza del consumidor, los márgenes empresariales y el optimismo bursátil.
El posible bloqueo del Estrecho de Ormuz, vital para el transporte de crudo y gas, tiene en vilo a los inversores energéticos.
Las empresas más expuestas a materias primas, transporte o geografía sensible están viendo más volatilidad de lo habitual.
¿Cómo están reaccionando los mercados?
Las consecuencias en los mercados no se han hecho esperar:
- El petróleo se ha disparado. En lo que llevamos de junio el Brent ha subido más de un 20% y el West Texas ha superado los 75 dólares el barril.
- Acciones: Las bolsas lo están haciendo bastante bien a pesar del aumento de volatilidad:
- El S&P 500 ronda los 6.000 puntos, apenas un 2% por debajo de sus máximos históricos. Ha recuperado todas las caídas de abril y ya está en positivo en el año (+1,69%).
- El Nasdaq sigue en buena forma. También ha recuperado las caídas de abril y ya está en positivo en el año (+1,22%).
- El MSCI World ya está de nuevo en máximos históricos. Lleva un +5,01% en el año.
- El Ibex 35, ya está en máximos de hace 17 años (desde 2008). En lo que va de año lleva un +19,84%.
- El oro está aguantando a pesar de las fuertes subidas de los últimos años. En lo que va de año ya lleva un +27,88%.
- Renta fija: El precio de los bonos no se ha movido especialmente. Es algo inusual ya que cuando hay conflicto bélico es habitual que los inversores acudan a los bonos del gobierno para refugiarse y estos suban de precio. Los americanos está muy planos y los alemanes (de referencia en europa) han subido ligeramente de precio (pasando el interés de 2,60% a 2,50%).
En resumen, el efecto en los mercados solo se ha podido sentir especialmente en el precio del petróleo y en la volatilidad. Pero ni el mercado de acciones ni el de bonos se ha visto muy afectado.
Parece que todo el mundo está expectante a lo que pueda pasar. Y en mi opinión, puede ser síntomas de fortaleza.
Consejos clave para el pequeño inversor
Ante este escenario de tensión e incertidumbre, aquí van algunos consejos prácticos:
1. Evita reacciones impulsivas
Vender en medio del ruido puede parecer lógico… pero suele ser un error.
La historia demuestra que quien vende por miedo suele recomprar más caro o se pierde la recuperación.
Mantén firme tu estrategia de inversión.
2. Revisa tus objetivos
Si inviertes a largo plazo (jubilación, vivienda, educación de tus hijos…), este tipo de crisis no debería hacerte cambiar de estrategia.
Tu plan está hecho para aguantar momentos así.
3. Diversifica y reequilibra
No pongas todos los huevos en la misma cesta.
Revisa tu exposición a sectores cíclicos, energéticos, tecnología y renta fija.
Y si algún activo ha subido mucho (como el oro), plantéate rebalancear.
4. Acepta que no puedes controlar el mercado
Puedes controlar tus costes, tus emociones y tu horizonte temporal. Lo demás, no.
Intenta no entrar en pánico por titulares alarmistas. Ni tampoco dejarte llevar por la euforia si la guerra se enfría y el mercado sube.
Como decimos siempre en Economipedia: no se trata de adivinar el futuro, sino de estar preparado para distintos escenarios.
La disciplina, la diversificación y la visión a largo plazo siguen siendo tus mejores aliados.
No tienes por qué evitar el riesgo, sino gestionarlo de manera eficaz para que trabaje para ti.