Toda estrategia de comunicación digital que se precie debe incluir, entre sus acciones, el mail marketing, o lo que es lo mismo, el envío de mensajes a través de correo electrónico con una finalidad comercial.
Esta herramienta se convierte en una poderosa técnica de comunicación que permite a una empresa, marca o particular atraer a potenciales clientes.
Dentro de esta estrategia de mail marketing, destaca una herramienta clave para conseguir tu propósito: la newsletter.
Se trata de una publicación de tipo digital con contenidos propios informativos y publicitarios que, mediante el correo electrónico, se distribuye con cierta regularidad (semanal quincenal, mensual…) a nuestros suscriptores o posibles clientes. Resulta muy efectiva a medio-largo plazo.
¿Cómo podemos confeccionar una newsletter original y creativa?
Estos pasos pueden ayudarte para confeccionar un aporte de valor y calidad para los usuarios:
- Primero de todo hay que identificar qué tipo de contenido es el más adecuado para cada cliente.
- Con una combinación adecuada de textos, imágenes, vídeos, e-books…
- El formato también es importante. Un diseño no sobrecargado en exceso, original, divertido… Cobran notoriedad las imágenes y fotografías. Deben ser seleccionadas con criterio. Con parámetros de alta calidad y resolución.
- En cuanto a los textos, deben ser frases cortas y directas, que vayan al grano. Contenidos breves, dos veces son más efectivos. Que incluyan también hipervínculos a la página web o productos o servicios que ofrece la empresa o marca.
- Incluyendo promociones, ofertas, descuentos, ventajas… que despierten el interés del consumidor.
Conocer al cliente ideal
Una vez elaborada la newsletter, nuestro siguiente paso será definir en concreto el tipo de público al cual nos dirigimos, para poder segmentar envíos en relación a las características de cada consumidor. Conociendo el perfil del usuario y sus necesidades, elaboraremos unos boletines de noticias y publicidad del producto o servicio específicos.
La efectividad de las newsletter también dependerá de la personalización de las mismas. El envío o remesas de correos electrónicos muy concretos no es otra cosa que humanizar el mensaje que queremos transmitir, y esto el consumidor lo valora.
Aunque sea más laborioso, tendrá un mayor alcance y repercusión. Por ejemplo, se puede hacer añadiendo el nombre y los apellidos del destinatario al principio y final del mail.
Tanto el encabezado como el pie de página son muy efectivos de cara a la conversión del cliente. Por lo que toca también prestar atención en ellos y elaborarlos de forma que despierten el interés.
En los pies de página resulta recomendable añadir los iconos que redireccionen a las diferentes redes sociales de las páginas de la empresa, marca o particular. Así como las diferentes formas de contacto que pueda tener (teléfono, dirección física, dirección de correo electrónico…)
Eso sí, debemos prestar mucha atención a lo que hacemos. No tenemos que realizar envíos masivos de mails que pueden saturar la bandeja de entrada del potencial cliente. La remisión de correos debe estar planificada para no tener el riesgo de que acaben como spam o correo no deseado.
Aunque hay que decir que los usuarios que reciben este tipo de mensajes o boletines son suscriptores que ya han mostrado interés en la marca y han aceptado la política de la misma a la hora de informales de sus comunicaciones. Todo lo que no sea público que se haya suscrito hay que mantenerse al margen.
Aplicaciones para el envío de newsletters
Cada vez son más las aplicaciones y herramientas que automatizan la acción de envío de correos electrónicos tipo newsletter a un determinado colectivo de consumidores o potenciales clientes. Lo que redundará en que nuestra tarea se agilice. La más conocida es MailChimp, pero hay otras muchas: RD Station, iContact, Mailrealy, Constant Contact, Aweber…
Una vez finalizada la ardua tarea de la remisión compulsiva (pero sobre todo organizada) de mails, tu estrategia de marketing no será del todo efectiva si no evalúas los resultados. Debemos cuantificarlos para determinar el éxito o fracaso de una campaña. Determinar las métricas a largo plazo nos permitirá mejorar nuestras acciones en el futuro.
Tampoco hay que olvidar ocuparse del cliente. Satisfacer su demanda en cuanto a cualquier duda que se le presente y necesite de nuestra respuesta. Para eso estamos.