Activo Tangible: qué es y cómo funciona en contabilidad
¿Qué es un activo tangible?
Un activo tangible es un bien que posee una forma física, es decir, cualquier recurso material que puede verse y tocarse. Lo contrario es un activo intangible.
- Los activos tangibles se pueden encontrar en empresas de todos los tamaños y sectores.
- Los activos tangibles pueden ser tanto activos corrientes como no corrientes.
- Un activo tangible tiene que tener un valor económico para ser considerado como tal.
Activo tangible: Explicación sencilla
Dicho de otra manera, un activo tangible es algo que puedes tocar, ver y que te ayuda a generar dinero.
Por ejemplo, un restaurante puede tener mesas y sillas, hornos y otros equipos de cocina como activos tangibles. Estos elementos son importantes para el funcionamiento del restaurante y ayudan a generar ingresos.
Puede ser una herramienta que te ayuda a realizar tu trabajo, una inversión que te aporta beneficios o un bien que te permite generar ingresos.
Activo tangible en contabilidad
En contabilidad se meten en la cuenta propiedades, planta y equipo.
Los que tengan una vida útil estimada de más de un año, se deberá realizar el proceso de amortización para repartir el coste del activo entre todos los años de su vida útil, en lugar de asignar la totalidad del gasto al momento en que ha sido comprado.
Diferencia entre activo intangible y tangible
Activos no corrientes: Estos incluyen bienes como la maquinaria y los edificios, que tienen una vida útil prolongada y no se consumen rápidamente. Son inversiones a largo plazo que apoyan las operaciones continuas de la empresa y generalmente requieren un mantenimiento y cuidado significativos para asegurar su funcionalidad a lo largo del tiempo.
Activos corrientes: Estos incluyen elementos como el inventario, que se consumen o venden en el curso normal de las operaciones comerciales. Los activos corrientes son esenciales para la liquidez de la empresa, permitiendo que ésta cubra sus necesidades operativas diarias y responda a la demanda del mercado.
Para ser considerado un activo tangible, el bien debe proporcionar beneficios económicos futuros razonablemente estimables y ser el resultado de una transacción previa, como una compra. Esto significa que la empresa debe poder anticipar los ingresos o ahorros de costos que el activo generará y debe haber obtenido el activo a través de una transacción legítima.
