Bruto
El importe bruto es la cantidad obtenida por la prestación de un servicio o la transferencia de un bien, sin haber descontado todos los impuestos aplicables, o descuentos, a dicha práctica económica.
El bruto, en otras palabras, es el importe que recibe la persona, junto a los impuestos que le correspondía pagar y que, posteriormente, deberá abonar. De esta forma, se le denomina importe bruto. Esto se debe a, como decíamos, por el hecho de que no se han filtrado aquellos tributos que, una vez se haya liquidado por completo la operación, restarán a dicho bruto. De esta forma, dejándonos lo que denominaríamos importe neto.
Por tanto, el bruto es la cantidad que recibe una persona, sin haber descontado los impuestos.
Es un concepto muy utilizado en disciplinas como las finanzas y la contabilidad.
Diferencia entre bruto y neto
Como decíamos, es muy frecuente oír hablar de los términos bruto y neto, tanto cuando hablamos de salarios, como cuando analizamos la cuenta de resultados de una empresa o cuando nos dicen un dato macroeconómico.
Para hacernos una idea de la diferencia entre ambos conceptos, debemos saber que dicha diferencia se encuentra en que un importe neto es la cantidad resultante que queda, tras haber realizado algún cambio a la cantidad bruta, en la mayoría de los casos tras haber realizado algún tipo de descuento (generalmente son impuestos).
Mientras que el bruto, como decimos, se muestra como aquel valor que recibe la persona, sin antes haber filtrado aquellos impuestos que deben abonarse y que no se atribuyen como ganancia o rendimiento.
¿Cómo se calcula el importe bruto?
No existe un método para calcular un importe bruto, ya que el pago percibido, cuando se cobra sin haber aplicado descuentos o haber descontado los impuestos, ya se encuentra representado en términos brutos. Es decir, a diferencia del neto, no necesita formular ninguna filtración para obtener el resultado bruto.
Este se expresa en cualquier cobro o rendimiento que se muestre sin haber descontado ningún concepto.
Ejemplo de importe bruto
Para hacernos una mejor idea de cómo se aplicaría dicha fórmula en un caso práctico, imaginemos que prestamos un servicio por el que cobramos un importe total de 1.800€.
Este importe, oculta una serie de cuantías que hacen referencia al pago de impuestos, por lo que no nos corresponde su cobro. De esta forma, la ganancia obtenida debe medirse a través del importe neto.
Sin embargo, como lo que queremos saber es el bruto, estos 1.800€ serían la cantidad que representa el bruto, mientras que, una vez hayamos descontado los impuestos, el resultante que resta sería el importe neto.