Cuenta de resultados funcional
La cuenta de resultados funcional es aquella en la que se recoge los resultados procedentes de la valoración y funcionalidad para la toma de decisiones.
La cuenta de resultados o explotación funcional es aquella que al igual que la cuenta de pérdidas y ganancias, recoge los ingresos, gastos, pérdidas y ganancias de una entidad en un ejercicio determinado, aunque difiere de la anterior en los criterios empleados para la introducción o no de determinados elementos o criterios basados en la creación de valor y funcionales (para la toma de decisiones).
Se puede decir así, que mientras la cuenta de resultados estándar o de pérdidas y ganancias viene impuesta desde fuera (organismos públicos, agentes interesados…) con el objetivo de presentar a aquellos grupos de interés información homogénea y precisa de determinados elementos y partidas de la sociedad, la cuenta funcional basa su información en el consumo interno, que permita operar de una forma más flexible y contando con partidas que reflejen una imagen fiel y real de la situación y operativa de la empresa, pudiendo así incorporar y eliminar criterios que sean importantes para la creación de valor de la compañía y la posterior toma de decisiones.
La empresa puede crear la cuenta de resultados que mejor le sirva para la toma de decisiones
Por ejemplo, en la cuenta de resultados funcional pueden incluir directamente sobre las partidas de las ventas e ingresos anotaciones como descuentos aplicados, gastos, intereses e impuestos, etc, y también se incluyen en esta herramienta los beneficios que no se han distribuido (excedente) y aquellos que irán a reservas, puesto que forman parte del valor y creación de riqueza de la empresa pero no directamente asociado a la actividad de explotación.
De esta manera, lo que pretende la cuenta de resultados funcional es dar mayor flexibilidad y libertad para confeccionar una cuenta de PyG más acorde a lo que cada sociedad necesita, y permita incluir criterios fuera del sistema homogéneo empleado para las administraciones y documentos públicos, de tal forma que se puede establecer una imagen más específica de la sociedad, introducir y eliminar criterios y partidas que puedan distorsionar la información veraz para una correcta toma de decisiones, pues la parte funcional va más encaminada al consumo interno por la forma de tratamiento de costes e ingresos.