Depósito a plazo fijo
El depósito a plazo fijo es un producto de ahorro por el cual se entrega la custodia de una cantidad de dinero a la entidad financiera. Esto, a cambio de recuperar el capital más intereses tras el periodo establecido.
Es decir, el depósito a plazo fijo permite que el ahorrador cree un fondo en la entidad financiera del cual no podrá disponer. Una vez culminado el tiempo acordado, al cliente se le devolverá su dinero más un rendimiento.
Los periodos establecidos para los depósitos a plazo fijo pueden ser menores a un año (corto plazo) o mayores a 12 meses (largo plazo).
Cabe aclarar que este producto es diferente a las cuentas de ahorro, y tampoco se trata de un instrumento de inversión, tal como explicaremos a continuación.
Características del depósito a plazo fijo
Entre las características del depósito a plazo fijo destacan:
- Se trata de un producto de ahorro que ofrece un rendimiento seguro. Es decir, el cliente y la institución financiera acuerdan un tipo de interés, por lo que la rentabilidad es conocida de antemano por ambos. Esto lo diferencia de los instrumentos de inversión, como los fondos mutuos, donde el retorno no es conocido, por lo que el riesgo es mayor.
- El tipo de interés que ofrecen estos depósitos es mayor que el de una cuenta de ahorros, dado que el cliente no puede disponer de los fondos hasta culminar el plazo pactado.
- Si el ahorrador quisiera retirar su dinero antes del vencimiento, tendría que pagar una sanción o comisión especial a la entidad financiera.
- El pago de los rendimientos suele ser al vencimiento. Aunque en algunos casos, particularmente en aquellos depósitos de largo plazo, podrían acordarse pagos periódicos de los intereses ganados, por ejemplo, cada trimestre o semestre.
- No se admiten domiciliaciones. Es decir, el ahorrador no puede ordenar que se realicen débitos automáticos al depósito, por ejemplo, para el pago de servicios o de un seguro.
Ventajas y riesgos de los depósitos a plazo fijo
Las principales ventajas del depósito a plazo fijo es que otorga una rentabilidad segura y que los intereses son mayores a los que ofrece una cuenta de ahorros.
Sin embargo, debemos tomar en cuenta que el retorno tampoco es tan alto como el de otras alternativas. Por ejemplo, podría haber fondos de inversión con rendimientos esperados más altos, aunque no hay que olvidar que estos no ofrecen una ganancia segura.
En todo caso, los depósitos a plazo fijo podrían encajar con el perfil de un inversionista conservador, con alta aversión al riesgo y que prefiere un retorno seguro, aunque sea pequeño.