Derechos políticos de los accionistas
Los derechos políticos de los accionistas son aquellos que tienen los accionistas de una empresa para participar de la administración de dicha sociedad. Es decir, es la facultad de intervenir en las decisiones de una compañía.
En otras palabras, los derechos políticos de los accionistas aseguran a los socios de una firma que su voz será escuchada para los planes de gestión.
Cabe aclarar que no todos los accionistas tienen los mismos derechos políticos. Esto dependerá del porcentaje de participación. Así, los socios mayoritarios (con más porción del capital social) son los que suelen dirigir la empresa.
Formas de ejercer los derechos políticos de los accionistas
Las principales formas de ejercer los derechos políticos de los accionistas son:
- Asistencia, voz y voto de la junta general de socios: El accionista hace oír su opinión y vota en estas reuniones donde se toman las decisiones de la compañía. Cabe aclarar que no todos los accionistas tiene este derecho. Cada organización establece un mínimo a partir del cual se otorga dicha facultad.
- Derechos de información: Los accionistas deben ser reportados sobre la situación de la empresa. Esto, a través de los estados financieros y usualmente de un reporte de gestión. Asimismo, sobre dichos documentos, se pueden solicitar aclaraciones.
- Derecho a impugnar acuerdos sociales: Los acuerdos de las juntas de socios pueden ser impugnados si se considera que están perjudicando a un grupo de accionistas o que están faltando a los estatutos de la organización.
- Convocar juntas: Los accionistas, incluso los minoritarios, pueden convocar a juntas extraordinarias de socios.
Derechos políticos y económicos
Visto desde otro punto de vista, los derechos políticos de los accionistas buscan asegurar que se cumplan los derechos económicos. Estos últimos son aquellos referidos a las ganancias obtenidas por los socios a partir de las operaciones de la empresa.
En otras palabras, cuando los accionistas ejercen sus derechos políticos lo hacen con el propósito de que la firma reporte utilidades. En consecuencia, los inversionistas se verán beneficiados, recibiendo dividendos o vendiendo sus acciones (con un margen de ganancia).