Un fondo de emergencia es un tipo de ahorro financiero que permite afrontar imprevistos no presupuestados de elevados importes y de clara necesidad.
Por tanto, estamos ante un colchón que nos permitiría hacer frente a aquellos gastos que se presentan sin avisar. Eso sí, siempre que sean necesarios, para las vacaciones no. Por otro lado, estos importes son muy altos, por ejemplo, una reparación importante del coche.
De esta forma, ahorraremos ciertas cantidades de dinero para poder afrontarlos cuando surjan. Además, el fondo debe estudiarse en detalle y tener en cuenta todas las posibilidades. Si bien no podemos predecir el futuro con exactitud, podremos, al menos, minimizar el riesgo.
Características de un fondo de emergencia
Existen muchas razones para crear un fondo de emergencia. Nosotros nos centraremos en las más relevantes, que, a su vez, están relacionadas con sus ventajas.
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- Promueve la cultura del ahorro: El dinero, desde su origen, cumple dos funciones esenciales. Una es permitir la compra o venta de bienes y servicios. La otra el almacenamiento (ahorro) para un futuro.
- Permite tener un plan de ahorro: Relacionada con la anterior, otra característica es que podemos establecer ciertas metas de ahorro y hacerlo de forma ordenada.
- Ofrece tranquilidad: Surge cualquier problema y sabemos que, al menos, podremos afrontarlo con más éxito gracias a este fondo financiero.
- Liquidez: Es importante que tenga total liquidez y que los restablezcamos de nuevo cuando lo utilicemos para los imprevistos.
- Protección: Por último, podemos mencionar la protección que ofrece ante una mala decisión personal o empresarial, no tomada de forma alocada, pero imprevista.
Diferencias con el fondo de contingencias
Existe una figura similar que es el fondo de contingencia. Ambas pueden parecer iguales, pero hay diferencias que debemos tener en cuenta. Estas tienen que ver, sobre todo, con el montante monetario final esperado.
Una contingencia es algo que puede suceder y que está relacionado con pequeños gastos. Por ejemplo, la factura del veterinario. Sin embargo, el de emergencia se refiere a gastos de mayor magnitud, por ejemplo, un colchón si te quedas sin trabajo.
Proceso para crear un fondo de emergencia
Veamos cuáles son los pasos a seguir para crear un fondo de este tipo.
- En primer lugar, el presupuesto. Aquí existe una regla no escrita que puede servir de referencia en un inicio. Consiste en conseguir ahorrar, en determinado período de tiempo, entre tres y seis veces el salario que recibimos cada mes.
- En segundo lugar, un plan financiero. Eso sí, recordemos que el fondo debe tener total liquidez, por tanto, si esperamos rentabilidad, tenemos que tener en cuenta que será baja. Así, no podremos beneficiarnos en gran medida de la magia del interés compuesto para tener una cantidad mucho mayor que la que ahorremos.
- En tercer lugar, enlazando con el anterior, debemos realizar un estudio de nuestro plan de ahorro. Hay que saber cuánto dinero debemos traspasar al fondo y en cuánto tiempo tendremos el montante deseado. Recordemos que seguramente no habrá intereses, salvo que invirtamos en productos de ahorro.
- Por último, abrimos una cuenta bancaria para el fondo de emergencia. Incluso, si tenemos opción a disponer de cuentas sin comisiones, podemos abrir una para el de emergencia y otra para el de contingencia.
Ejemplo de fondo de emergencia
Veamos, para terminar, un ejemplo de un sistema de ahorro de este tipo. Es sencillo, pero a efectos prácticos creemos que suficiente. Imaginemos que queremos crear un colchón financiero en tres años para un futuro incierto, veamos cómo.

De izquierda a derecha aparece el salario mensual (en unidades monetarias), el total si optamos por un fondo de emergencia de tres veces ese sueldo o de seis. Después, el tiempo en meses y las cuotas mensuales de cada opción (50 o 100), como totales divididos entre el tiempo en días.