Millenials
Los millenials son aquellas personas nacidas entre 1980-2000. Se les conoce con este nombre porque han crecido con el cambio de milenio. Es decir, han vivido la prosperidad y la crisis, son nativos digitales y ahora representan el 75% de la fuerza laboral mundial.
Las cualidades y aspiraciones que poseen los millenials no son como las de la generación anterior. Están entrando con fuerza en el mercado laboral y, ahora, la disyuntiva está en si las empresas están preparadas, o no, para el cambio.
Hay algo diferente en esta generación que está cambiando la estructura empresarial tradicional. De hecho, muchas empresas, puestas en marcha por los propios millenials, son algunas de las más exitosas a nivel mundial y de las mejor valoradas para trabajar en ellas. Con CEOs que no superan los 30 años, están aplicando nuevas fórmulas empresariales que ponen en jaque a las tradicionales.
Las empresas que mejor se adaptan a esta generación son las startups: En su mayoría formadas por millenials. Estas son las que están aplicando estos métodos de trabajo disruptivos, a la vez que demuestran su eficacia. Muchos jóvenes quieren trabajar en startups porque son las que se ajustan a sus aspiraciones.
La compañías tradicionales, van cambiando algunos aspectos de su trabajo, en mayor o menor medida. Las más proactivas al cambio son las tecnológicas y las consultoras, pero aún son muchas las que mantienen sus valores conservadores y sobre todo, en ciertos sectores rígidos al cambio como la banca o las administraciones públicas.
Cualidades esenciales de los millenials
Nativos digitales
Han nacido con las nuevas tecnologías. Han crecido con ordenadores, internet, smartphones, redes sociales. Y no sólo los utilizan en su día a día cotidiano, sino también como herramientas indispensables de trabajo. Por lo que afirman que estas les hacen más eficaces.
Por este motivo, en muchas ocasiones, se sienten limitados con forma de trabajar más rígidas, con uso limitado de las tecnologías y redes sociales. Las empresas deben adaptarse a los nuevos canales de comunicación, tanto interna como externa.
Críticos y exigentes
El acceso inmediato a la información y al autoaprendizaje en internet les ha hecho construir un pensamiento transversal, con un espíritu crítico, investigador e inconformista.
Esta energía también se muestra en sus aspiraciones laborales. La mayoría quieren un plan de carrera en el que puedan ascender rápidamente y mejorar su condiciones de vida y laborales. Son exigentes y se frustran cuando no consiguen sus objetivos; deben sentirse inspirados en sus puestos de trabajo para continuar en ellos.
Rotación, compromiso e internacionalización
La mayoría de los millenials espera cambiar de puesto y de empresa varias veces en su vida.
Esto no tiene una connotación negativa como se podía ver con la generación anterior, que solían permanecer en la misma empresa toda la vida y si se cambiaba muchas veces de empleo, era signo de que las cosas no iban bien. Ahora se valora la polivanlencia, el aprendizaje constante, romper con la monotonía de hacer siempre lo mismo y ganas de asumir nuevos retos.
A los millenials les gusta viajar, conocer nuevas culturas y aprender de ellas. Por lo que la experiencia internacional y los idiomas son fundamentales para muchos puestos. Vivimos en un mundo global y si una empresa quiere crecer y escalar, tiene que hacerlo en el mercado internacional y para eso, el personal debe estar preparado.
Conciliación de la vida personal y laboral
“Trabajar para vivir y no vivir para trabajar”. La mítica frase que a todos les gustaría cumplir pero que pocos son los que lo han conseguido.
Pues, para los millenials, es uno de sus objetivos primordiales: Valoran altamente el tener tiempo para el ocio, hobbies y proyectos personales más que un salario muy elevado. Una de los motivos por los que rotan tanto de empleo, son las condiciones laborales: el tener un horario flexible, el teletrabajar, el poder dedicar tiempo a otros proyectos o aficiones fuera del ámbito estrictamente laboral que les permita realizarse como personas y no ser esclavos del trabajo.
Compañías lideradas por millenials ya aplican nuevas fórmulas que fomentan esta conciliación. Por ejemplo, Google deja a sus empleados el 20% de su jornada laboral para proyectos propios, de ahí han surgido grandes ideas como Adsense o Gmail.
Ambiente de trabajo colaborativo
La máxima aspiración de un CEO no es tener un despacho grande para él sólo, sino liderar un equipo de trabajo en el que él también forma parte.
Atrás quedaron las grandes estructuras jerárquicas y la falta de comunicación informal interna. El organigrama que motiva a los millenials es el horizontal, donde el CEO trabaja codo a codo con el resto del equipo, a su mismo nivel, ayudándose mutuamente, viviendo el trabajo de sus empleados para poder entender su compañía y poder tomar las decisiones en base a lo que conoce y no a meros informes. Esto, sin duda, favorece el clima empresarial, la creatividad (valor muy a tener en cuenta por esta generación) y el compromiso con la compañía.
Los espacios abiertos de trabajo, como en muchas compañías tecnológicas estadounidenses, y los coworking, son buen ejemplo de ello.
Trabajo por objetivos no por jornadas
Los millenials prefieren trabajar por proyectos antes que por jornadas laborales estrictamente limitadas por el horario.
De ahí, uno de los motivos del nacimiento de los freelance (trabajadores autónomos que trabajan por proyecto).
Los millenials valoran el tener cierta libertada y flexibilidad a la hora de gestionar su tiempo, tareas y responsabilidades. Es decir, saber que tienen que acabar tal proyecto tal día y que ellos sean quienes organicen sus jornadas laborales y tareas para entregarlo a tiempo. Este método es mejor visto que decir, mi jornada laboral es de lunes a viernes de 8 a 16h, a partir de las 16h soy libre, desconecto y lo que no haga en ese tiempo para otro día. Esa mentalidad está obsoleta y ahora se trabaja las técnicas ágiles para fomentar unos métodos de trabajo más dinámicos, motivadores y eficientes.
Valoran la marca del empleador
La mayoría de los millenials aspiran a montar su propio negocio o trabajar como freelance.
Cuando muchos trabajadores jóvenes y con talento deciden abandonar sus puestos de trabajo para crear su propio negocio, es uno de los puntos por los que las empresas actuales se están dando cuenta de que su forma de trabajo no se adapta a los requerimientos de esta generación.
Ya no son los candidatos los que van a la empresa, sino la empresa debe captar y retener ese talento. La fuga de talento a las startups, y el boom de este tipo de empresas, está rompiendo con el tejido empresarial tradicional.