Régimen cambiario
El concepto de régimen cambiario se refiere a todas las políticas asumidas por un país en función a la valoración de una moneda y determinación del tipo de cambio con respecto a otras divisas o patrones de referencia.
En realidad existen multitud de regímenes cambiarios, ya que la idiosincrasia de cada moneda y país ha ido determinando qué régimen cambiario es mejor añadiendo cláusulas propias. La caja de conversión es un buen ejemplo de ello, donde una moneda nacional se ancla a la política económica de otro país cuya moneda respalda la moneda nacional y en la que todos los activos y transacciones deben estar valorados en la moneda extranjera, reduciendo su capacidad de decisión y no pudiendo emitir títulos de deuda. Pero el principal objetivo es dotar de estabilidad un sistema que sin esta herramienta difícilmente podría lograr.
Tipos de régimen cambiario
Los tipos de régimen cambiario son principalmente:
- Tipos de cambios fijo: Se produce cuando una moneda está anclada al valor de otra de manera directa y rígida, impidiendo cambios en su relación y valoración y derivando la política monetaria de la moneda principal
- Tipos de cambio flexible: Se produce cuando en una cesta de monedas éstas pueden producir cambios en su valoración por la inflación o transacciones entre diversos países. Permiten libertad en la convertibilidad aunque suelen establecerse también restricciones para moderar los cambios.
- Bandas de fluctuación: Es un sistema mixto a los anteriores. Las bandas de fluctuación son restricciones flexibles a las que una moneda puede someterse. En este caso, dos o más monedas tiene un tipo de cambio flexible, puesto que se pueden producir ciertas variaciones en su cotización con respecto a la contrapartida, pero sin salirse de unos márgenes previamente establecidos, y que suelen ser del 1% al 3%, ayudando así a dotar de estabilidad al sistema cambiario sin dejar de realizar acciones encaminadas a mejorar los posibles desequilibrios macroeconómicos.