Tipo de cambio flexible
El tipo de cambio flexible, circulante o flotante es un tipo de cambio que se encuentra determinado por la oferta y la demanda de divisas en el mercado. El Banco Central del país no interviene. Una moneda que utiliza un tipo de cambio flotante se conoce como moneda flotante.
A diferencia del tipo de cambio fijo, el tipo de cambio flexible está continuamente en movimiento, es decir, en un constante cambio. La oferta y la demanda hacen variar la tasa de cambio entre monedas dependiendo de los factores que afectan a las respectivas monedas, como el crecimiento económico, la inflación o los tipos de interés.
El tipo de cambio flexible no tiene la capacidad de ir corrigiendo el déficit de un país mediante la devaluación o revaluación de la moneda, sino que se debe ajustar de manera natural según vayan por los mercados. El mercado corrige tanto los déficits públicos del país (situación en la que los gastos superan a los ingresos) como los superávits (situación en la que los ingresos superan los gastos). Por ejemplo, si hay déficit comercial en un país quiere decir que se exporta menos de lo que se importa, de manera que la demanda de la moneda nacional será débil y el precio de esta moneda irá perdiendo valor. La consecuencia de esto será que las importaciones se encarecerán y las exportaciones serán más competitivas, corrigiendo de esta manera el déficit comercial.
Por esta razón, al tipo de cambio circulante también se le conoce como “auto-correctivo”, ya que las diferencias en la oferta y la demanda se corregirán automáticamente en el mercado. En el caso del tipo de cambio circulante si la demanda de una divisa es baja, su valor disminuye, con lo que los bienes importados son más caros y se estimula la demanda de bienes. Como consecuencia generará más puestos de trabajo.
Clasificación de tipos de cambio flotante
Se pueden llegar a dar dos situaciones con el tipo de cambio circulante:
- Flotación limpia: Aquella situación en la que se encuentran las monedas cuya tasa de conversión se obtiene de la ley de la oferta y la demanda, sin que el banco central intervenga en ningún momento. También se conoce como tipo de flotación independiente.
- Flotación sucia: Aquella situación en la que se encuentran las monedas cuya tasa de conversión es la que se obtiene de la ley de la oferta y la demanda, pero en este caso el banco central se ve obligado a intervenir comprando o vendiendo para estabilizar la moneda y conseguir los objetivos económicos. También se conoce como tipo flotante administrado, ya que tiene una flotación dirigida pero que no se anuncia previamente.