Reserva de dominio
La reserva de dominio es un acuerdo entre comprador y vendedor, mediante el cual, el vendedor mantiene la propiedad del bien en cuestión. Esto, hasta que se haya completado el pago del precio acordado.
Es decir, la reserva de dominio permite al vendedor mantener la titularidad del objeto vendido mientras el comprador no lo haya terminado de pagar.
Este tipo de acuerdo es propio de una venta a crédito, y funciona como una garantía de que el comprador cumplirá con su obligación. De lo contrario, el vendedor podrá recuperar el bien mediante una acción reivindicatoria para que se le restituya el objeto.
A continuación, detallaremos algunas otras características.
Características de la reserva de dominio
Entre las características de la reserva de dominio podemos destacar las siguientes:
- Se establece, mediante cláusula, en el contrato de la operación.
- Se utiliza para la compraventa de bienes muebles. En el caso de los inmuebles, no es muy utilizada la reserva de dominio, pues la venta a crédito se suele respaldar con una garantía hipotecaria. Es decir, la propia vivienda, por ejemplo, es la garantía para asegurar el pago de la deuda.
- Es un acuerdo factible en el caso de bienes identificables, es decir, su modelo, marca y número de serie son diferenciables. Pensemos, por ejemplo, en los vehículos, que cada uno tiene una placa que lo distingue de los demás.
- Permite que, aunque el vendedor mantenga la titularidad del bien, el comprador pueda hacer uso del mismo, pero con la condición de no transferir a un tercero la propiedad.
- El pacto de reserva de dominio puede establecerse entre comprador y vendedor, cuando el segundo ofrece la financiación de la venta.
- Si la operación es financiada por una entidad de crédito, esta última es la beneficiaria. Es decir, es el banco o institución financiera el que mantendrá la titularidad del bien hasta su pago total. En cambio, el vendedor recibirá el pago al contado (por parte del financiador).
- Cada país tiene su propio marco legal sobre la reserva de dominio. En España, por ejemplo, para su validez, se exige que la cláusula de reserva de dominio se inscriba en el Registro de Venta a Plazos de Bienes Muebles de la provincia donde se efectuó la operación, o ante una notaría.