Reserva fraccionaria
La reserva fraccionaria es un sistema bancario, el cual obliga a los bancos a mantener una fracción del monto de los depósitos de sus clientes como reserva. Estos pueden mantenerlos como dinero líquido, o en forma de activos con elevada liquidez.
La reserva fraccionaria es un sistema basado en el hecho de que los bancos poseen una pequeña parte del dinero de sus depositantes, presuponiendo que no existirá una demanda conjunta de depositantes que reclamarán todo su dinero al mismo tiempo.
Así, también se tiene en cuenta que no todos los acreedores están prestando al mismo tiempo, a la vez que los deudores, tampoco pagan todos al mismo tiempo. Todo ello permite al banco poder prestar el dinero de sus depositantes en concepto de créditos y préstamos, pero asegura que parte del capital está garantizado por esta reserva.
Debido a este sistema, existe un agregado monetario mayor a la base monetaria. Todo ello, debido a que el multiplicador bancario expande la cantidad de dinero en circulación que posee el país.
Origen de la reserva fraccionaria
El origen de la reserva fraccionaria se remonta al nacimiento de los primeros bancos que emitieron papel moneda. Estos, los cuales nacen en 1609, emitían sus propias monedas para ser utilizadas como moneda de cambio.
Así, a mediados del siglo XIX, la impresión de moneda por parte de los bancos llevó a que miles de entidades comenzasen a emitir billetes, dando lugar a la existencia de más de 8.000 tipos diferentes de billetes que eran emitidos por bancos privados, así como empresas. Una práctica que, cuando el banco quebraba, llevaba con él a sus depositantes. De esta forma, perdiéndolo todo. Situación que, más tarde, derivó en una crisis que duró desde el año 1837 hasta el 1843.
Dicha crisis obligó a los gobernantes a adoptar un sistema nuevo que garantizase un respaldo para el billete, así como una estabilidad y confiabilidad para que el billete pudiese ser utilizado. Para ello nacieron los bancos centrales. Unos bancos que nacen con la intención de respaldar la moneda que ellos emiten, siendo estos los únicos que, por tanto, pueden emitirla. Así, debiendo ser ellos los que respondían ante el valor del billete.
De esta forma, implantando también ese sistema de reserva fraccionaria que, en última instancia, hacía del banco central el encargado de responder ante el depositante.
¿Cómo puede el banco hacer la reserva fraccionaria?
El banco cuenta con una serie de productos que, en función del cliente, sirven para guardar, acumular y rentabilizar los ahorros de un cliente.
Entre estos productos, el banco cuenta, por ejemplo, con productos que, como el depósito fijo, mantienen retenido el capital del ahorrador en el banco, a cambio de una remuneración por el capital a la que denominamos rentabilidad.
De esta forma, el banco paga esa rentabilidad al ahorrador, a cambio de un compromiso en el que el ahorrador presta su capital al banco, debiendo este dar una rentabilidad por ceder el mismo a terceros. Todo ello, garantizando esa reserva que, por ley, deben tener en sus arcas.
Además, de las cuentas corrientes solo tiene obligación de guardar en efectivo una parte. De ahí que si vamos al banco y reclamamos una gran suma de dinero, nos digan que tendremos disponible ese dinero en unos días. Es decir, no lo tienen en formato físico.