Sociedad Laboral
Una sociedad laboral es aquella empresa en la que la mayor parte del capital está en propiedad de sus propios trabajadores, que prestan sus servicios retribuidos de forma directa, personal e indefinidamente.
Existen diversos tipos de sociedad atendiendo a la estructura del capital, al número de empleados, a la responsabilidad de los socios e incluso a la propiedad del capital, si bien también existen modalidades mixtas que escogen criterios de todas ellas.
Es el caso de las sociedades laborales, donde la mayoría del capital social (más del 51%) debe estar en manos de sus propios trabajadores, empleados por cuenta ajena que ofrecen sus servicios a la sociedad de la que forman parte. En este mismo caso, el capital de la misma, aunque siempre de forma minoritaria, puede estar en propiedad de socios capitalistas, es decir, que cuentan con una participación en la sociedad pero no prestan su trabajo.
Este tipo de personalidad jurídica nace como consecuencia de fomentar el empleo social y el incentivo en las empresas familiares y pequeñas empresas, ya que toma rasgos de la cooperativas y de las sociedades anónimas.
Características generales de la sociedad laboral
Existen dos tipos de sociedades laborales, las Sociedades Anónimas Laborales y las Sociedades Limitadas Laborales, cada una con los requisitos habituales de las SA y las SL, pero con ciertos rasgos diferenciadores común a ambas:
- Al menos el 51% del capital ha de estar en manos de los trabajadores de la sociedad.
- Ninguno de los socios ha de tener más de un tercio (33%) del capital, salvo si se trata de una institución o administración pública, en cuyo caso será el 50%
- El capital se divide en participaciones sociales o acciones nominativas. Estas pueden ser:
- De clase laboral: propiedad de los socios trabajadores.
- De clase general: en propiedad de los socios no trabajadores.
- Existe el derecho de suscripción preferente. Así, en caso de abandono de algún socio, la oferte sobre la acción recaerá primeramente entre los trabajadores no socios, seguidos de los trabajadores socios, de los socios no trabajadores y finalmente de los trabajadores temporales.
- Las sociedades laborales tiene incentivo fiscales, como un Impuesto de Sociedades más beneficioso, así como la obligación de tener reservas anuales por el 10% de los beneficios.