Subcontratación
La subcontratación es proceso empresarial mediante el cual una sociedad transfiere la responsabilidad de sus tareas a otra firma especializada en esa actividad.
La empresa subcontratada, denominada subcontratista o proveedora, es aquella que desarrolla determinadas labores para otra firma (contratista o cliente). Dicha relación comercial suele estar definida en un contrato.
Cabe señalar que a la subcontratación también se le conoce por su nombre en inglés, outsourcing.
En el entorno empresarial globalizado en el que vivimos actualmente, cada vez viene siendo más frecuente la externalización de procesos productivos. Esto, mediante la subcontratación de actividades que las empresas no consideran clave.
En ese sentido, las empresas subcontratadas gozan de ciertas ventajas que les ayudan a ser útiles en el mercado y satisfacer diversas necesidades.
Ejemplo de subcontratación
Un ejemplo de subcontratación es el que realizan las compañías productoras de teléfonos inteligentes, que se encargan de su fabricación y comercialización. Sin embargo, delegan a otra empresa el desarrollo y actualización de su sistema y el software, como en el caso del sistema Android ofrecido por Google.
Así, estas compañías de teléfonos inteligente ofrecen un producto con un buen sistema que por sí mismas no podrían llegar a crear porque no tienen los conocimientos o medios necesarios para ello.
Ventajas de la subcontratación
Las principales ventajas de subcontratar son las siguientes:
- Costes: Una compañía subcontratada tiene la capacidad de ofrecer unos precios menores en comparación a lo que le costaría a la empresa que solicita sus servicios si lo hiciera por su cuenta. Este tipo de ventaja aparece por diversas razones, como por haber desarrollado economías de escala o cierto grado de especialización en un proceso productivo en particular (efecto experiencia).
- Flexibilidad de volumen: En ciertas ocasiones existen cambios en el mercado y la demanda de un producto o servicio aumenta. Las empresas eligen entre afrontar esta exigencia, encargándose de satisfacer este aumento de pedidos por sí mismas, o recurrir a la subcontratación.
- Flexibilidad de proceso: Llevar a cabo la subcontratación permite a las empresas elegir entre varias opciones. Por ende, las empresas subcontratadas buscan mejorar sus procesos y sus recursos con el objetivo de distinguirse del resto y crecer mejorando sus factores productivos.
- Capacidad técnica o financiera: A menudo las empresas subcontratadas tienen la oportunidad de realizar cierto tipo de trabajos que otras no pueden. Esto, ya sea por conocer el proceso productivo en particular o por contar con los recursos necesarios para afrontar la actividad.
- Ventajas legales y fiscales: Las empresas pueden localizarse en zonas donde exista otro tipo de legislación que haga más atractivo el desarrollo de ciertas actividades. Vemos a diario, por ejemplo, en los productos que consumimos que muchos de ellos son producidos en países lejanos. Esto, debido a que las marcas subcontratan los servicios de producción a puntos en los que obtienen ventajas fiscales y, por lo tanto, mayores márgenes de beneficios.
Desventajas de la subcontratación
Los principales inconvenientes de subcontratar son los siguientes:
- Riesgo de elegir una mala empresa: Si no se escoge bien la empresa proveedora de servicios, esta puede desmejorar la imagen de la firma contratante.
- Riesgo que el proveedor se vuelva competidor del contratista: La empresa subcontratada podría aprovechar el know-how de su cliente para convertirse en su competencia.
- El coste reducido puede ser mínimo: El beneficio esperado por la subcontratación, considerando lo que le costaría a la empresa desarrollar ella misma esa actividad, puede no ser tan alto como lo esperado.
- Se pierden puestos de trabajo: Si eliminamos un sector de la empresa para subcontratar se pierden esos empleos, a no ser que los contrate la empresa subcontratada.