Telégrafo
El telégrafo es un dispositivo eléctrico capaz de transmitir mensajes de texto. Para ello emplea la codificación, por medio del código morse, en señales emitidas eléctricamente.
Por medio de la emisión y recepción de señales eléctricas, el sistema planteado por el telégrafo se basa en la transmisión de mensajes de texto. El lenguaje empleado telegráficamente es el código morse, que a través de una determinada codificación transmite carácter a carácter distintas líneas de palabras escogidas.
La transmisibilidad de dichos mensajes se realiza por medio de ondas sonoras, a través de comunicación radiofónica, o bien por medio de conexiones por cable. Dichos mensajes consistían en la emisión de ondas eléctricas largas (representadas en código con una raya) y cortas (representadas mediante un punto).
Historia del telégrafo
La logística necesaria para las primeras conexiones mediante telégrafo consistían en largas extensiones de hilo de hierro o de acero. Existieron distintas pruebas embrionarias de lo que sería el sistema, posteriormente, en distintos puntos de Europa.
En todas ellas, se experimentó con la variación o el movimiento que experimentaban objetos al recibir una descarga eléctrica de diferentes intensidades. Sin embargo, ninguna de estas propuestas gozó de éxito comercial o en términos de investigación científica.
¿Quién y cuando se inventó el telégrafo?
No obstante, no fue hasta el año 1844 que se consideró formalmente la invención del telégrafo y, consiguientemente, el envío del primer telegrama.
Fue el norteamericano Samuel Finley Beese Morse el desarrollador del alfabeto con su misma denominación, quien, en colaboración con distintos científicos contemporáneos, creó los primeros dispositivos de transmisión.
Rápidamente, el sistema fue evolucionando, desde las conexiones de corta distancia iniciales hasta la interconexión de extensos territorios.
En pocas décadas, países como EE.UU. o Reino Unido contaban con fuertes infraestructuras telegráficas y lograron mejorar sus comunicaciones exponencialmente.
¿Cómo funciona el telégrafo?
A través de un cable metálico previamente dispuesto, era posible establecer contacto mediante el envío de distintas descargas siguiendo este código y, posteriormente, traduciendo dichas señales alfabéticamente siguiendo el mismo código.
Así es como se originaron los primeros conceptos que posteriormente darían lugar al aparato telégrafo. En un comienzo, las transmisiones no eran capaces de abarcar espectros de más de pocas decenas de kilómetros.
Dicho problema fue solucionado con los avances en materia energética acontecidos a lo largo del siglo XX, como los generadores de energía continua (el caso de la pila de Volta entre ellos) o la instalación de repetidores eléctricos cada cierta distancia.
Por otro lado, la acción necesaria para emitir dicha señal se realizaba mediante la pulsación de un conmutador o interruptor. Generalmente este estaba conformado por un electroimán.
Evolución e importancia del telégrafo
La invención del telégrafo supuso la primera aparición de una tecnología de comunicaciones por vía eléctrica. A su vez, significó la posibilidad de adquirir inmediatez en el proceso comunicacional a distancia.
Su rápida expansión internacional jugó un papel importante a la hora de interconectar los distintos territorios del mundo. En ese sentido, se facilitó la posibilidad de establecer relaciones internacionales, burocráticas, económicas y culturales.
Otro ámbito en el que este mecanismo cobró especial importancia fue el bélico. La comunicación mediante telégrafo fue determinante en conflictos como las dos guerras mundiales.
Su legado fue recogido posteriormente por nuevas tecnologías como el teléfono, aunque la presencia del telégrafo fue significativa hasta bien entrado el siglo XX.