Utilidad social
La utilidad social es aquel atributo de los bienes y servicios requeridos para considerar que una población ha podido satisfacer el mínimo de sus necesidades.
Es decir, los bienes de utilidad social son también denominados bienes de primera necesidad como alimento, vivienda y agua potable.
Los bienes de utilidad de social son entonces esenciales para la supervivencia de las personas. Se encuentran además en la categoría de bienes normales porque su demanda aumenta cuando se incrementa el ingreso del consumidor.
Otro punto a tomar en cuenta es que estos bienes de utilidad social tiene una demanda inelástica. Esto, debido a que una variación en el precio, incluso de gran magnitud, prácticamente no afecta a las cantidades demandadas. Así. aunque suba el costo de los alimentos de la canasta básica (como el arroz o la papa) las personas seguirán comprándolos.
Este concepto de utilidad social puede usarse, por ejemplo, al momento de definir los productos de los cuales el Estado procura asegurar el abastecimiento.
Asimismo, pueden existir ciertos bienes de utilidad social sobre los cuales el Gobierno podría controlar su precio con el fin de garantizar que no se presenten fuertes alzas. Esto suele pasar, por ejemplo, en el caso de los combustibles. Así, el Estado en ocasiones constituye un fondo de contingencia cuyos recursos sirven para compensar a los productores en caso de un alza en el precio internacional. De ese modo, no tendrán que trasladar dicha alza a los consumidores.
Utilidad social versus utilidad pública
Vale además la pena distinguir la utilidad social de la utilidad pública, que es aquella actividad, bien o servicio que es de beneficio o interés colectivo, ya sea para los ciudadanos de un país o a mayor escala, para la humanidad en su conjunto.
Por ejemplo, un evento cultural como un festival de danzas típicas podría considerarse de utilidad pública, pero no de utilidad social.