Bien de primera necesidad
Un bien de primera necesidad es un producto o servicio que se considera esencial para la supervivencia de las personas. Un ejemplo de ello es la ropa, o los alimentos.
En economía, los bienes de primera necesidad se consideran bienes normales, al igual que los bienes de lujo. Esto es porque tienen el mismo tipo de comportamiento. El término «bien de primera necesidad» es utilizado en economía para estudiar los distintos tipos de bienes.
Los bienes superiores y los de primera necesidad se encuentran en la misma categoría. Esto se debe a que la demanda de ese tipo de bienes aumenta cuando aumenta la renta de las personas. Es decir, compramos más de ese bien, si aumenta el dinero del que disponemos. Son bienes normales que cumplen la ley normal de la demanda, que sostiene que al aumentar la renta de una persona el consumo de bienes aumenta.
Sin embargo, este aumento no se produce de la misma manera; siendo esa, a su vez, la única diferencia entre bienes de primera necesidad y bienes de lujo.
Cuando aumenta la renta de las personas, la demanda de los bienes de primera necesidad aumenta más despacio y en menor cantidad que lo que hizo la renta, comparado con los bienes de lujo. Aunque aumente nuestra renta, no aumenta la demanda de los bienes de primera necesidad. Esto es porque esa necesidad ya estará cubierta con nuestra anterior renta y, al aumentar nuestra renta, dedicaremos ese aumento a otro tipo de bien.
Ejemplo de un bien de primera necesidad
Si disponemos de una renta determinada, vamos a comprar un cartón de leche. Cuando aumente nuestra renta, quizá compremos, como máximo, dos cartones de leche; pero no compraremos más, porque es una necesidad ya cubierta. Sin embargo, tendremos mayor predisposición a comprarnos una televisión, hacer un viaje o comprarnos un coche más caro.
Los bienes de lujo, por su naturaleza, son bienes especiales. Aunque también habrá que tener en cuenta que esta clasificación incorporará diferentes bienes según el país en el que nos encontremos. Habrá lugares donde la televisión podrá considerarse un bien normal y en otros un bien de lujo.