Latinoamérica es una de las regiones del mundo donde menos se invierte en I+D. En el conjunto de LATAM se invierte, de media, el 0,75% del PIB. Salvo Brasil, ningún país llega al 1%. El gasto en I+D es una de las claves del progreso y del crecimiento sostenible, y en la región Latinoamericana aún es insuficiente. De hecho, es uno de los requisitos para entrar en la OCDE ,y estas economías emergentes no llegan a cumplirlo.
El gasto en I+D se valora teniendo en cuenta dos aspectos básicos:
- Inversión material: Inversión directa en proyectos, incentivos fiscales o nº de patentes.
- Capital humano: Gasto en educación superior, nº de investigadores y también, la generación de un clima de confianza, colaboración, aprendizaje y creatividad para poder desarrollar una economía del conocimiento.
Según estos elementos, comprobamos como a nivel mundial la región de LATAM está muy por debajo de las economías punteras en innovación como Israel o Corea, que invierten el 4% del PIB en I+D o la media de la OCDE que es del 2,8%. En el ranking mundial, Brasil, el país que más invierte en I+D de Latinoamérica con un 1,2% del PIB se sitúa en la posición 64. Así mismo, entre los últimos países con datos nos encontramos a Perú en la posición 71.
El gasto en I+D por países en Latinoamérica
México es uno de los países que más esfuerzos está realizando en potenciar la inversión en I+D. Sus estrategias se centran en la ayuda directa del gobierno sobre proyectos de investigación o en la financiación del capital. No recurre a los incentivos fiscales ni a las ayudas a empresas para que puedan desarrollar una estrategia a largo plazo en I+D. México ha aumentado su inversión desde el año 1996, que era de un 0,2%, al 0,5% en 2014 aunque aún es insuficiente.
Colombia creó en 2013 el Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación del Sistema General de Regalías. Este fondo persigue el objetivo de coordinar y financiar proyectos entre entidades territoriales. Sobre todo en la zona rural, e impulsar la economía del país. Es una de las instituciones que más ha aportado a la innovación del país, ya que el gobierno no muestra demasiado interés en este ámbito. Quizás, debido a que los resultados de una inversión en I+D se ven a largo plazo y al gobierno le interesa una visión más cortoplacista.
En Perú, pocos proyectos se benefician de la inversión en I+D
Perú aprobó una ley que promueve la investigación científica y otorga beneficios fiscales a aquellos que cumplen con ciertos criterios y apuestan por la inversión en I+D desde el sector privado. A pesar de las buenas intenciones, no resultó exitosa pues en el último año únicamente se beneficiaron 22 proyectos de 120 presentados. Esto es debido a que las empresas aún son demasiado tradicionales. En Perú, las empresas no pueden realizar inversiones tan cuantiosas en proyectos de innovación y se preocupan más de subsistir en el día a día del negocio. Además, no se realiza una apuesta firme por la parte del capital humano, es decir, por invertir en universidades y en formación para que el talento se quede en el país y genere valor.
En las economías emergentes de LATAM, es fundamental que apuesten por políticas de inversión en I+D ya que contribuirán a que la cantidad de materia prima valiosa que tienen en la región, no sólo genere riqueza con la exportación, sino que se aproveche y genere valor dentro del país, con nuevos productos e industrias. La inversión en I+D es el motor de la economía del conocimiento y debe centrarse en ayudar a las empresas a que desarrollen proyectos tecnológicos e innovadores. Lo anterior, ayudará a ser más productivos, ampliar mercado, aumentar beneficios y a mejorar la reputación del país. Algo que, a su vez, atraerá talento y retendrá al que ya tiene.
El desarrollo y la innovación ayuda a generar una sociedad más igualitaria, reducir la brecha de la pobreza, mejorar la calidad de vida. En este sentido, América Latina, aún tiene que seguir trabajando por ello. Tanto el gobierno como empresas deben unificar fuerzas, si quieren alcanzar niveles de desarrollo superiores.