El universo de Roboadvisor no para de crecer. Desde que en 2008 nacieran en Estados Unidos, este tipo de productos de inversión se han ido expandiendo. Pero, ¿es oro todo lo que reluce?
Cuando hablamos de ahorro e inversión, y en especial cuando estamos empezando, es fácil que nos sintamos abrumados de información que desconocemos. Surgen muchos conceptos nuevos como los ETFs o los fondos de inversión. Podemos leer promesas de gurús que venden un curso diciendo que con su método te harás rico.
No tengas prisa, un mes antes o un mes después, acabarás invirtiendo. ¿O no? Igual esto no es para ti, nunca se sabe. Pero es probable que solo por culpa de la inflación te arrepientas de no haber invertido tus ahorros dentro de 30 años.
Hay muchos tipos diferentes de inversión, métodos conservadores útiles para sacar rendimiento a tu patrimonio sin apenas riesgo. Pero también otros métodos mucho más arriesgados en los que puedes ganar mucho dinero, pero que es igual o más probable que pierdas lo invertido. Antes de nada es importante conocer la relación entre rentabilidad y riesgo.
¿Por qué decimos todo esto? Porque sabemos que es difícil aprender y fácil hacerse un lío con tanto término. Por eso en este artículo te hablaremos de los roboadvisor, de su relación con la gestión pasiva, algunos consejos y para eso es importante hacer una buena comparativa de roboadvisor.
¿Los roboadvisor son gestión pasiva o activa?
Aunque está muy extendida la creencia de que los roboadvisor son gestión pasiva, esto es incorrecto. ¿Por qué? Verás, en general podemos decir que existen dos tipos de gestión: la activa y la pasiva. Te explicamos ↓
La gestión activa o inversión activa es el proceso de inversión a través del cual el gestor de un fondo de inversión busca y selecciona activos financieros basado en su propio criterio y análisis, con el objetivo de conseguir unas rentabilidades superiores a las del mercado.
Por su parte, la gestión pasiva o inversión pasiva es el proceso de inversión a través del cual el gestor de un fondo de inversión tomará decisiones de inversión con el objetivo de no deshacer esas decisiones a largo plazo.
Dicho de manera más sencilla, la gestión activa lleva ese nombre porque hay un movimiento continuo por parte del gestor para buscar una cartera que obtenga mejor rendimiento. Mientras, la gestión pasiva lleva ese nombre porque no hace nada. Prácticamente ni se inmuta.
En este sentido, los roboadvisor no se quedan quietos sin hacer nada. El gestor no hace nada porque no hay gestor humano, pero sí lo hace un algoritmo en función de tus preferencias. Claro que, el componente no humano no implica que no sea gestión activa.
Otro punto que ha llegado a confusión, es que algunos roboadvisor invierten en fondos indexados (no todos) y los fondos indexados son un tipo de gestión pasiva. Pero desde el momento en que cambias la composición de la cartera. Es decir, compras y vendes los indexados según diferentes criterios con el afán de batir al mercado, probablemente no estés haciendo gestión pasiva.
¿Y dónde está el problema? En ningún sitio. Simplemente te avisamos para que no te vendan la moto y sepas que vas a contratar. De hecho, es más si los roboadvisor (industria aún muy joven) son capaces de demostrar sus buenos resultados por encima de la gestión pasiva clásica será un buen punto de inflexión para el inversor medio.
¿Es buena elección un roboadvisor?
Depende. ¿De qué? De tus conocimientos y de tu tiempo, pero principalmente de lo primero. Aunque hay compañías haciéndolo bien en España, la gestión de los roboadvisor aún tiene que mejorar mucho. No decimos que lo estén haciendo mal, simplemente que es mejorable desde el punto de vista de los activos y el tipo de carteras. Pero desde luego, los roboadvisor son el futuro de la inversión, porque permiten hacerla más eficiente y asequible.
Para una persona con muchos conocimientos financieros y algo de tiempo, no le hace falta un roboadvisor. Pero para una persona sin tiempo y sin los conocimientos suficientes puede ser una buena opción. Pagará más comisiones, pero en el peor de los casos el comportamiento de sus inversiones no distará demasiado del que hubiera conseguido por su propia cuenta. Especialmente cuando se trata de cantidades pequeñas.
También puede ser buena opción para una pequeña parte de los ahorros. Hay inversores con conocimientos muy avanzados que invierten una pequeña parte en roboadvisor para diversificar y no perder tiempo libre en gestionar esa parte de la cartera.
En conclusión, son una buena opción, depende para quién, en función de los conocimientos y del tiempo disponible.
Compara, compara y vuelve a comparar
En caso cualquier proceso de contratación o de compra siempre es de vital importancia comparar. Comparar para no pagar más por lo mismo, comparar para evitar estafas, comparar para quedarte con la mejor atención al cliente, el mejor servicio, la mayor seguridad, las comisiones más bajas y las rentabilidades más altas.
¿Y qué se supone que tengo que comparar?
- Seguridad y regulación.
- Comisiones y costes asociados.
- Atención al cliente.
- Rentabilidad.
- Tipos de activos en los que invierte.
- Tratamiento fiscal (no es lo mismo invertir en ETFs que en fondos de inversión).
- Aplicación, plataforma y rapidez de las transacciones.
- Automatización de las aportaciones.
Sí, es mucho pedir, pero comparando no solo nos estaremos asegurando de la mejor opción para nosotros, sino que aprendemos mucho por el camino.
No tengas miedo de llamar a la atención al cliente, pregunta todo lo que quieras y ponlos a prueba. Es tu dinero, no mereces menos. Que no te dé vergüenza, si quieren un cliente que lo luchen. Tampoco se trata de ser unos pesados, tienen trabajo y no es cuestión de hacerle perder el tiempo a las empresas, pero en ese equilibrio no escatimes.