Las remesas, o sea, la cantidad de dinero en moneda nacional o extranjera que proviene del exterior, son cada vez más importantes en el mundo en el que vivimos. Tan solo en 2022, estas transferencias internacionales de dinero alcanzaron la impresionante cifra de 626.000 millones de dólares, según el Banco Mundial.
Una de las razones que explica el aumento de su importancia es la revolución tecnológica de internet, que ha facilitado las transferencias internacionales que ahora pueden hacerse desde una página web o a través de aplicaciones móviles.
Muchos países se benefician de las remesas que acaban convirtiéndose en un elemento central de sus economías. Un caso represntativo es el de México, catalogado como el tercer receptor de remesas del mundo. Al compartir frontera con Estados Unidos, recibe las transferencias enviadas a familiares y amigos por trabajadores mexicanos emigrados a su vecino del norte, con un gran impacto positivo.
Para entender el papel que cumplen las remesas, en este artículo vamos a analizar su impacto en la economía mexicana.
Importancia de las remesas en la economía mexicana
Como ya comentamos, las remesas tienen un papel clave en la economía mexicana. Según los análisis de BBVA Research, las remesas representaron el 3,5% del PIB de México en 2023 y se espera que lleguen a 3,7% durante este año 2024.
Este dinero proveniente del exterior tiene un efecto positivo directo en las familias receptoras para ayudarlas a cubrir gastos esenciales. Pero diferentes estudios también han descubierto que el impacto de las remesas va mucho más allá del núcleo familiar, beneficiando al sector educativo, promoviendo la igualdad de género, lucha contra la pobreza y a favoreciendo el desarrollo económico local en diversas regiones del país.
Algunos de sus principales impactos positivos son:
Infraestructura financiada por remesas
Según un estudio publicado por la abogada mexicana Margarita Torres Ramírez, la recepción de remesas ha tenido un efecto positivo tanto en el aumento del bienestar como en las condiciones de infraestructura de pueblos en México, sobre todo en aquellos donde históricamente ha habido más migración de sus habitantes.
La investigadora Margarita Torres, resalta el caso de Degollado. Un municipio del estado de Jalisco, en el occidente mexicano, que históricamente ha sido un receptor importante de remesas. Las cuales han sido reinvertidas en el embellecimiento de las casas y lugares comunes de la localidad.
Educación
Con referencia al tema educativo, también existen pruebas de que las remesas tienen un impacto positivo. Por ejemplo, en un estudio presentado en la revista “Migraciones Internacionales”, los investigadores presentan pruebas de que existe una alta correlación entre la recepción de remesas y el aumento de la permanencia escolar en México, alcanzando entre el 5% y el 12% de incremento de permanencia escolar cuando una localidad recibe altas proporciones de remesas.
Además, existe un impacto indirecto porque el aumento del consumo del hogar facilita que los niños vayan a clases o es utilizado para comprarle útiles necesarios.
Crecimiento empresarial
Por último, las transferencias internacionales de dinero también tienen un impacto positivo en el crecimiento de las pequeñas empresas y, principalmente, del emprendimiento, a través de dos vías.
Una vía directa cuando los emprendedores locales reciben remesas y/o inversiones por parte de familiares desde el exterior.
Pero también hay una vía indirecta, en localidades pobres, las remesas pueden ayudar a dinamizar la economía y aumentar el consumo de las familias pobres que suelen comprar a pequeños emprendedores, generando un círculo virtuoso de crecimiento local.
Como explica el economista, Rodríguez Sánchez: “para satisfacer esa mayor demanda agregada, las empresas deberán incrementar su capacidad de producción.”, lo que las beneficia.
Estudios de caso: Ejemplos de regiones específicas de México
Siendo uno de los países que más recibe remesas en el mundo, apenas superado por China y la India, en México muchas localidades se benefician de las transferencias internacionales.
Sin embargo, hoy queremos destacar dos casos llamativos: Michoacán y Oaxaca.
Caso 1: Desarrollo en Michoacán
Situado en el oeste de México, Michoacán es reconocido por su rica cultura, historia y diversidad biológica. Pero también es una región que presenta grandes desafíos económicos, principalmente por los bajos salarios.
Esto ha contribuido a que Michoacán sea catalogada como la tercera entidad federativa con más migrantes de México. El 94% fueron a vivir a los Estados Unidos.
Durante el año 2023, Michoacán recibió USD 5.409 millones en remesas, superando ligeramente su presupuesto estatal de ese año.
A través del programa Sueño Michoacano, los habitantes de la región pueden invertir sus recursos para iniciar o desarrollar sus emprendimientos, adquisición de tierras u otros bienes.
El gobernador del estado reconoció que las remesas se han convertido en el motor económico del estado.
Caso 2: Proyectos en Oaxaca
Oaxaca se encuentra en la región suroeste de México. Su rica historia se ha mantenido gracias a su población mayoritariamente indígena, lo que hace destacar el estado por su riqueza cultural.
Sin embargo, Oaxaca también tiene problemas económicos, derivados de los problemas agrícolas, siendo un estado que apenas logra contribuir con 1,6 del PIB del país. Actualmente, es el quinto estado con más personas habitando en el extranjero.
Para el primer semestre del año 2023, Oaxaca tuvo un crecimiento del 9,8% de las remesas comparado con el mismo periodo de año anterior (2022). Para final de ese año, Oaxaca recibió 3 mil 214 millones de dólares en remesas. Esto coloca a Oaxaca en el séptimo lugar entre los 31 estados mexicanos.
Los economistas han encontrado un impacto positivo en el desarrollo sustentable en Oaxaca gracias a las remesas, sin embargo, este se considera limitado porque los recursos se utilizan principalmente para el consumo diario de la familia. Lo que apunta a la necesidad de mejoras en programas estatales para aprovechar estos recursos mejor.
Desafíos y oportunidades
A pesar de que, como comentamos, existen beneficios significativos para las familias y países receptores de remesas, estos no están exentos de desafíos.
La dependencia excesiva de las remesas puede crear una situación de vulnerabilidad económica, especialmente si las condiciones en los países desde donde se envían las remesas cambian. Además, la gestión ineficaz de estos fondos puede limitar su impacto positivo.
Por eso, entidades gubernamentales y de la sociedad civil se han organizado para crear políticas, programas y estrategias para fortalecer las capacidades tanto de las familias como de las comunidades receptoras para aprovechar mejor estos recursos.
Políticas y programas de apoyo
Uno de los grupos que ha trabajado más en esta área es el Instituto de los Mexicanos en el Exterior, que conformaron el “Grupo de Educación Financiera: Remesas y Desarrollo”, el cual tiene el objetivo de enseñar a los migrantes y sus familias en México a cómo hacer más productivo su dinero, además de dar a conocer importantes programas estatales como: El “Programa 3×1 para Migrantes” promovido por Sedesol, “¡Paisano, invierte en tu Tierra!” de FIRCO y el programa “Fomento a la Inversión en la Propiedad Rural” de la Secretaría de la Reforma Agraria.
Estos programas y grupos ayudan a mejorar y direccionar los cuantiosos recursos recibidos por las remesas en México y pueden ser una guía para las familias receptoras.
Conclusión
Las remesas son un pilar esencial del desarrollo económico en México, impactando positivamente en múltiples aspectos como la infraestructura, la educación y el crecimiento empresarial.
Los casos de Michoacán y Oaxaca ilustran cómo estos fondos pueden transformar comunidades, mejorando la calidad de vida y promoviendo el desarrollo económico sostenible.
Sin embargo, para maximizar su impacto, es crucial abordar los desafíos asociados y promover políticas y programas que faciliten el uso productivo y eficiente de las remesas. Con el apoyo adecuado, las remesas pueden continuar siendo una fuerza poderosa para el desarrollo económico y social en México.