En los últimos días hemos oído que el banco Central Europeo (BCE) dejará de imprimir los billetes de 500 euros, dejando de emitirlos en la próxima serie de billetes. Esto no quiere decir que pierda su valor, seguirá teniendo el mismo y podrán ser cambiados en los bancos centrales de la zona euro “por un periodo de tiempo ilimitado”. Su emisión finalizará en 2018, cuando está planificado introducir los nuevos billetes de 100 y 200 euros.
El BCE lleva tiempo planteándose la retirada de el billete «Bin Laden». Los motivos que justifican su retirada se deben a que son utilizados para actividades criminales o terroristas, su alto coste de seguridad, transporte y almacenaje y su uso poco habitual (un 56% de los ciudadanos europeos nunca ha visto un billete de 500 euros, según un estudio desarrollado por el BCE).Tampoco es interesante su uso para los empresarios de cara a transacciones económicas, siendo el pago electrónico una modalidad mucho más atractiva entre los consumidores.
Tras esta decisión muchos se preguntan si en verdad este paso es para combatir el terrorismo y el blanqueo de capitales o más bien es el principio de un plan por parte de los bancos centrales para eliminar el dinero en efectivo.
En el caso de que se llegue a producir la eliminación del dinero en efectivo es cierto que supondría una complicación para la evasión de impuestos y transacciones criminales, no obstante se perdería el anonimato a la hora de realizar los pagos, algo que supondría una violación a un derecho fundamental del ciudadano además de un mayor control de en las transacciones por parte del Estado. No olvidemos que si solo pudiésemos realizar operaciones con dinero electrónico el Gobierno tendría acceso a todos nuestros movimientos. Además, no podríamos ahorrar manteniendo simplemente el dinero en efectivo en casa, si no que también tendríamos que ahorrar obligatorimente de manera electrónica, dando un paso de gigante para que los bancos puedan ofrecer tipos negativos a los depósitos en el banco y así crear un nuevo impuesto encubierto que penalice el ahorro.
Independientemente de que este sea el plan estructurado por el Banco Central Europeo, el uso de métodos de pago electrónico se utilizan cada vez mas en nuestro día a día. De esta manera, la desaparición del dinero efectivo podría tener alguna ventaja. Además, se podría evitar situaciones de corralito bancario porque simplemente haría falta tocar un botón para que nadie pudiera retirar su dinero del banco. Por un lado sería una buena noticia para paliar la quiebra de un banco ante una crisis económica y evitar el efecto domino que dañe la economía, pero sería contraproducente para los ciudadanos en caso de que el banco finamente quebrara (o como ocurrió en Grecia, donde casi quiebra todo el sistema bancario), ya que no podrían sacar sus ahorros para invertirlos en otra moneda que no se fuera a depreciar y perdiendo su valor.