El móvil marca el punto final de la banca clásica
Las finanzas que hemos conocido hasta la fecha tienen sus días contados debido a la omnipresencia de Internet. Y es que gestionar el dinero desde una plataforma online representa la libertad y la inmediatez que los jóvenes de hoy y adultos del mañana desean en su vida cotidiana. Los clientes, en definitiva, a los que los bancos intentan adaptarse.
Las últimas generaciones nacidas a lo largo y ancho del planeta, desde Europa hasta Asia, pasando por Europa, no saben lo que es abrir una cuenta en una oficina bancaria, situarse a la cola de un cajero para sacar efectivo, acceder a sus activos financieros en horas laborables o firmar un crédito en persona, de acuerdo con el informe The Millennial Disruption Index.
Como resultado, los bancos irremediablemente deben seguir la pauta dictada por los nuevos consumidores y, de hecho, CaixaBank ha presentado de forma reciente su estrategia Imagine Bank, el “primer banco 100 por cien móvil”, dirigida en concreto a los llamados millennials. Pero parece que esto es solo el comienzo del cambio de mandos que están exigiendo los usuarios.
Se abre un nuevo telón financiero rompiendo con el pasado
Así lo confirma Brett King, economista de referencia mundial, asegurando que la banca del futuro se enfrenta a una ruptura absoluta con respecto a lo que se ha entendido hasta la actualidad como sector finanzas. “Una nueva banca es posible y necesaria, con nuevas habilidades, en la que la experiencia de cliente sea la prioridad máxima y el análisis de datos inteligente la clave. Los bancos no van a desaparecer pero habrá consolidaciones y tendrán que trabajar con compañías fintech (empresas de tecnología financiera)”.
Además, para King, durante 2016 asistiremos a un descenso importante en el número de sucursales que mantienen operativas los bancos, factor que aún será mayor en los próximos años. Razón no le falta. De acuerdo con los datos del Banco de España, de las 46.221 oficinas que se contabilizaban en nuestro país en 2008, en 2015 este número se redujo a poco más de 14.000. Igualmente, no hay que olvidar la iniciativa tomada últimamente por el Banco Santander: el cierre de 450 sucursales, un proceso al que seguirán el resto de entidades financieras.
No obstante, y a pesar del colosal avance de la banca online, una de las barreras a las que se enfrenta es la seguridad que ofrecen las aplicaciones digitales. Medidas como la encriptación, reconocimiento del rostro o el cifrado de claves son sólo algunas de las que se han determinado para incentivar la banca del futuro, aunque un gran número de expertos sostiene que todavía no observan el grado de madurez necesario.
«las empresas de tecnología financiera están acaparando poco a poco los medios de pago y transferencia de dinero»
Visa, uno de los líderes en medios de pago, afirma que «en 2020, uno de cada cinco consumidores pagará diariamente por sus compras con teléfonos móviles”; de este modo, junto a los bancos, que en los últimos meses se han volcado de pleno en lanzamientos de aplicaciones móviles de pago, empiezan a tomar fuerza los llamados neobancos, operadores de telefonía, empresas tecnológicas como Apple o Google y las organizaciones fintech. El abanico de posibilidades que se abre, por tanto, es espectacular y todos los jugadores implicados quieren buscar su hueco sobre el terreno.
Buena muestra de lo que ocurre es la reciente creación de la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI), que nace con el objetivo de favorecer el desarrollo de las start-ups vinculadas al sector de las finanzas y ya cuenta con 70 empresas asociadas.