La crisis del Coronavirus está provocando un pánico que tendrá consecuencias económicas y sociales. Pero no es el primero de ellos, hay antivirales que pueden usarse con el consiguiente ahorro económico y además, algunos investigadores han creado un mapa de riesgo epidemiológico usando las matemáticas y la estadística.
Si bien hay mucha literatura sobre esta pandemia, hemos elegido esta por su relevancia y, sobre todo, por sus implicaciones económicas. También para mostrar cómo las matemáticas o la estadística, ampliamente utilizadas en economía, son útiles en diversas disciplinas. Porque ahora conviene ahorrar todo lo que se pueda, lo vamos a necesitar después de esta crisis. Además, es importante el apoyo de científicos de otras áreas, no solo la salud.
Hay que dejar claro que nuestro campo de estudio es el económico y no el médico. Por esta razón, las revistas y los artículos enlazados a continuación han sido elegidos rigurosamente por el autor asegurando que tengan un sistema de revisión por pares o que estén indexadas, para comprobar su fiabilidad. El primero significa que dos expertos revisan a ciegas cada publicación, el segundo es un parámetro usado para medir las citas de la revista. Además, el mapa es de un equipo de investigadores de dos universidades españolas.
Economía y medicina. Usemos ambas en esta crisis
La información médica que vamos a mostrar, que será muy breve, nos ayudará a situar las posibles implicaciones económicas. Por supuesto, en los enlaces aparecen los artículos completos para quien quiera ampliar información. Nosotros nos centraremos en lo que somos expertos, los aspectos económicos que podrían derivarse de ellos.
Conocimiento acumulado y nuevo. Invertir solo en lo necesario
Hay otros casos muy conocidos de coronavirus humano. Perlman (2020) nos habla de ellos en su editorial de la New England Journal of Medicine. Una revista publicada por la Sociedad Médica de Massachusetts. Algunas aportaciones interesantes son que, por ejemplo, este COVID-19 se parece en un 75%-80% al SARS-CoV. Además, se ha descubierto que la transmisión parece que ocurre en pacientes con claros síntomas y no con patologías leves.
Perlman entiende que estemos asustados, pero que al no ser un problema realmente nuevo, hay mucha literatura al respecto. Esto permite a los expertos tomar decisiones sobre planes, contingencias, tratamientos. Todo ello con un considerable ahorro de costes, ya que la investigación está hecha. Este profesor de microbiología cree que el conocimiento ayudará a minimizar ese miedo a través de la ciencia.
Porque para estudiar este nuevo virus se necesitan prioridades. Hay que tener en cuenta que los recursos económicos (sobre todo el monetario) siempre son escasos y de uso alternativo. Por eso, saber dónde invertir en investigación es fundamental para poder hacerlo a un coste razonable. Conocer dónde no es necesario, evitará el despilfarro. Por tanto, una revisión del conocimiento acumulado que ya existe es tan relevante como las nuevas investigaciones.
Utilizar lo que se tiene. Ahorro de costes en tiempos de crisis
En este otro trabajo (Li y deClerq, 2020) consideran que se podrían usar antivirales ya existentes. Lo han publicado en un artículo en Nature Reviews Drug Discovery. Por supuesto, ya hay en marcha investigaciones para desarrollar tratamientos más concretos, pero estos llevarían tiempo. Por ejemplo, comentan que se podrían reutilizar los que tratan el VIH, la hepatitis B, la C y la influenza o gripe. No son 100% eficaces, pero pueden ayudar y mucho.
Además, todo indica que en China y en Estados Unidos ya se realizaron ensayos que parecían ir por buen camino. Estamos antes una situación excepcional y no solo desde un punto de vista médico. La economía está sufriendo con el toque de queda, sobre todo en los países menos desarrollados donde estos antivirales podrían ser muy útiles. Además, hoy se dispone de ellos y, por tanto, no necesitan ser probados para fabricarlos.
Además, este tipo de medidas estarían relacionadas con algo esencial hoy, el control de costes. No se puede emitir deuda pública sin más o pedir préstamos al banco central de forma ilimitada. Ni siquiera en una crisis como la de ahora. Sería un problema muy grave a resolver mañana. Porque esa deuda habrá que pagarla y eso supone, o bien aumentos de impuestos, o bien recorte de prestaciones. Cuando esto acabe, es lo que menos necesitamos.
Un mapa de riesgo del coronavirus y la gestión eficiente
La ciencia, entre ellas la económica, necesita de las matemáticas o la estadística y también la tecnología que ofrece hoy el mundo moderno. Investigadores de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona (URV) y la Universidad de Zaragoza (Unizar) han creado un mapa de riesgo epidemiológico. Su objetivo, conocer los llamados «puntos calientes» y así, poder actuar en consecuencia ante esta información tan importante.
Podemos decir que, como todo modelo matemático, consta de ciertas variables independientes que relaciona con una dependiente, los casos de coronavirus. Utiliza fuentes de datos del instituto de estadística español (INE), de fácil acceso, y de infectados, siendo más complicada de obtener esta última, desgraciadamente. Además, plantea proyecciones para cuatro días vista, por tanto, permite tomar decisiones a corto plazo. El objetivo es crear un mapeo en función de las probabilidades de riesgo epidemiológico.
Conocer cómo se transmite el virus es imprescindible para las decisiones sobre los toques de queda y los problemas que provocan en la economía real, sobre todo autónomos y pequeñas empresas. Sin olvidar los empleados temporales de los sectores afectados. Estos colectivos, o profesionales como los abogados, que hacen un trabajo sobre todo presencial, va a salir muy debilitado de esta crisis.
Se podría estudiar dónde abrir ciertos negocios y dónde no hacerlo, de momento. No es cuestión de arriesgarse, pero sí de plantear una salida del toque de queda ordenada. Por ejemplo, comenzando por zonas o regiones con un riesgo mas bajo y que puedan desarrollar ciertas actividades. Por supuesto, se podría establecer un sistema de redistribución de estas hacia las que, de momento, no tienen tanta suerte.
Conclusiones
Con esto podemos mostrar como la ciencia económica puede ayudar a la médica. Por ejemplo, en el ahorro de costes o la inversión en investigación. También como la tecnología y el uso de las matemáticas permiten utilizar los datos de forma eficiente, minimizando el impacto de las medidas que deban tomarse en situaciones como esta. Porque la medicina es imprescindible con este asunto del coronavirus, pero también la economía.
En definitiva, se necesita una correcta gestión de los recursos. Esto permitiría, por ejemplo, proveer de materiales a la sanidad cuando más los necesita o puede paliar las consecuencias humanas de situaciones como esta. Pero para llevarlo a cabo debemos ser prudentes, porque el dinero «no sale de las piedras» y no, no se puede fabricar de forma ilimitada. De hecho, ese tipo de medidas ya demostraron en el pasado sus nefastas consecuencias.
Desde Economipedia podemos ayudar compartiendo información veraz y contrastada de forma sencilla y para que todo el mundo la entienda. En este sentido, los ciudadanos también pueden ayudar no compartiendo información falsa o con intereses ocultos. Porque la ciencia es necesaria en una crisis, sobre todo para reducir el miedo a través del conocimiento.
Victor vasquez dice
Artículo muy interesante e ilustrativo.
Vicvas
Enrique Rus Arias dice
Muchas gracias Victor.
SALVADOR GONZALEZ VILLARRUEL dice
ME GUSTAN LOS ARTÍCULOS LOS ESTOY COMPARTIENDO CON MIS ALUMNOS, AHORA EN DESDE AULA VIRTUAL GRACIAS.
Enrique Rus Arias dice
Muchas gracias Salvador y nos alegra ser de utilidad.