A través de las diversas fuentes de información, vemos y escuchamos noticias que constantemente tienen relación directa o indirecta sobre la economía. Los avances en ciencia y tecnología son evaluados en términos de rentabilidad. Nos inundan con datos estadísticos sobre el paro, sobre la afiliación a la Seguridad Social y sobre la recaudación fiscal entre otros. Sin embargo, todavía la sociedad no le da la importancia que merece a la economía.
La actividad humana está centrada en aspectos que influyen en la economía. El trabajo de la mañana, la compra de víveres para el almuerzo, el transporte de los niños, el consumo de café de la tarde, el curso online de la noche. Las notas informativas tienen su propio subtitulo económico. Por tanto, conocer y comprender conceptos macro y micro económicos, pertenece ya al ámbito de la cultura general. Ya nos son solo conocimientos relevantes, sino que son una necesidad para la prosperidad.
El escritor y economista español José Luis Sampedro, nos legaba la frase; “ Economía somos nosotros”.
Si quisiérasmos realizar un manual de Cultura General tendríamos un intenso debate, pero ciertamente poca gente incluiría la la economía, las finanzas o la historia económica en sí entre sus apartados. Sigue siendo un estudio meramente opcional para los estudiantes universitarios actuales. Y en los colegios e institutos su enseñanza sigue siendo casi inexistente. Es la asignatura pendiente de muchos países como España.
En el ámbito de la literatura, Italo Calvino, relevante ensayista del siglo XX, definió a un clásico de catorce maneras distintas. Escritores, escultores, filósofos, pintores, y científicos, llenan las páginas de los libros de texto de los estudiantes, con sus obras inmortales.
Todos sabríamos ubicar a autores tan ilustres como Mozart, Miguel de Cervantes, Albert Einstein o Aristóteles, en el campo y contexto donde destacaron. Incluso relacionaríamos sin mucho esfuerzo diferentes obras maestras o personajes con sus creadores, tales como; Don Quijote, el descubrimiento de la penicilina, Las Meninas, La flauta mágica o la Teoría de la relatividad. Con estos ejemplos he querido crear la confusión en el lector, para que su propio criterio y opinión aflore al respecto de la pregunta del título de este artículo. La vida no es todo economía, por suerte. La condición humana es más profunda, rica y complicada que la actividad económica, pero no cabe la menor duda de su importancia.
Propongo poner al lector en el aprieto de hacer un esfuerzo por nombrar a algunos autores, economistas o personalidades relevantes en este campo, presentes o pasados. Evidentemente cuesta mucho más que los anteriores. Así mismo la interpretación correcta del significado del Índice de Precios al consumo, de la prima de riesgo o del tipo de interés, se torna imprecisa a pesar de escucharla constantemente en boca tanto de eruditos como de profanos. Por ello, es preciso incorporar pinceladas de Historia económica en nuestra “cultura general”, que cuanto menos nos permita entender el telediario.
Con objeto de promover esta cultura se ha instaurado el pasado tres de Octubre como el del conocimiento financiero, con eventos relacionados en la Comisión Nacional de Valores. Se fija un teléfono gratuito para solventar preguntas de economía doméstica ( 900 54 54 54 ). Y se contribuye a la didáctica en temas económicos desde esta misma web, Economipedia, con ágil verbo y sencillez, pero siempre con rigor y abierto al debate.