Una de las preguntas más recurrentes versa sobre qué hacer al terminar la carrera universitaria. En este artículo intentaremos disipar las dudas que sobrevuelan al mundo de las finanzas y la inversión.
Todo depende a qué quieras enfocarte. Dentro del sector financiero existen muchos puestos diferentes. Analistas de riesgos, gestores de fondos, relaciones con inversores o expertos en derecho financiero son algunos de ellos. Así, circula la falsa creencia de que el trabajo en el sector financiero es homogéneo. Nada más lejos de la realidad. Otro de los mitos más extendidos es que para desempeñarlo, uno debe acceder a un banco de inversión. Un banco de inversión es una empresa más, no el único tipo. Claro que, como todos sabemos, los bancos de inversión (no confundir con banco comercial) son las empresas más populares y copan una parte importante del sector.
Aunque el abanico de posibilidades es amplio, trabajar en el mundo de la inversión es complicado y la competencia muy alta. La exigencia es máxima y para mantener el puesto, la dedicación debe ser excelsa. A pesar de ello, muchos estudiantes se ven motivados por los altos salarios que ofrece el sector y por la percepción de alto estatus social.
Tener lo anterior en mente resulta de importancia vital. El salario es importante pero no lo es todo. Por tanto, antes de seguir leyendo, lo más importante es tener claro que de verdad quieres enfocar tu vida profesional al sector financiero.
Por último, cabe mencionar que para hilar fino habría que distinguir entre varios conceptos tales como banca privada, banca de inversión, gestión de activos o sector financiero en general. Cada uno de estos conceptos daría para un artículo, pero la idea es hacer algo genérico. Algo genérico que deriva de haber preguntado a más de 15 profesionales del sector durante una semana. Entre ellos se encuentran personas que desempeñan o han desempeñado como gestores de fondos, analistas, banqueros privados, profesionales de private equity, asesores de banca privada o directores de relaciones con inversores.
¿Por qué algo genérico? Aunque los profesionales eran variados, hay cierto consenso en algunos detalles y, por ende, creo que merece la pena poner en común todos esos consejos.
¿Es necesaria la carrera universitaria?
Suponiendo que tienes claro que sí, que quieres dedicarte al sector financiero porque te apasiona, la primera pregunta va sobre la carrera universitaria.
Si bien puede haber personas que no tengan una carrera universitaria, entre las personas que acceden en la actualidad es muy raro encontrar a alguien sin carrera universitaria que haya podido acceder. Sin carrera universitaria, a menos que tengas experiencia profesional, conseguir un puesto en el sector financiero es harto complicado.
Cada vez se exigen más títulos para acceder a determinados puestos de trabajo, sobre todo a los más jóvenes que no han tenido experiencia profesional anterior. Una vez metas cabeza, lo importante será tu bagaje y tu capacidad de adaptarte al sistema. Es decir, al principio importa más el expediente académico, los procesos de aplicación, el nombre de la universidad en la que cursaste o qué institución ha expedido el título de máster. Luego, priman otras cosas. Claro que, recuerda que todo suma, hasta la vestimenta en una entrevista de trabajo.
Concluyendo este punto, aunque todos reconocen que la carrera te enseña pocas cosas (de hecho, algunos no estudiaron economía, administración o finanzas), consideran que es muy importante para no cerrarte puertas. Desgraciadamente, el mundo presta demasiada atención a los títulos académicos. Los títulos son importantes, pero no lo son todo. Ahora bien, ni tú ni yo vamos a cambiar el sistema. A la hora de acceder al sector financiero, no hacer una carrera universitaria podría traerte muchos problemas.
Termino la carrera, ¿y ahora qué?
Una vez terminas la carrera, ya tienes más posibilidades. Aquí las opiniones se ramifican un poco más. De forma general podemos distinguir entre tres posibilidades:
- Empezar a trabajar
- Máster o título de postgrado
- Certificado
¿Por qué empezar a trabajar?
Aunque nadie dice ¡ NO ! a la posibilidad de seguir formándote a través de un máster, una gran mayoría coinciden en que lo ideal sería comenzar a trabajar lo antes posible (trabajar y estudiar si es posible). Trabajar eso sí, aunque sea por poco dinero, en lugares en los que puedan enseñarte cosas. Esto es, empresas en las que puedas mejorar y crecer en conocimientos.
No importa si no quieres quedarte en esa empresa en el futuro, lo más importante es lo que te enseñen, lo que te aporten y lo que te lleves en tu cabeza para siempre. A veces, dicen los entrevistados, merece la pena hacer un esfuerzo porque ese año puede ser una catapulta enorme. Uno de los mayores errores es buscar trabajos bien remunerados, pensando que por tener un título de grado merecemos algo. Eso era hace 30 años, ahora lo importante al principio es aprender lo máximo posible.
Al mismo tiempo, insisten en que no hay prisa, pero no debes obsesionarte con la formación. Gran parte de lo que saben lo han aprendido trabajando. Con todo, no te tomes esto al pie de la letra, dependerá de tu situación económica y personal. Eso sí, ellos lo tienen claro, ¿lo ideal? Comenzar a trabajar cuanto antes aunque sea por poco sueldo en un lugar donde te permitan crecer intelectualmente aunque el sueldo sea bajo. Y si ya, al mismo tiempo, puedes estudiar, más que perfecto.
¿Merece la pena estudiar un máster?
En línea con lo anterior, estudiar un máster puede ser una buena opción. Pero, ¿qué máster? Aquí no hay respuesta única, todo dependerá, como decíamos al principio del enfoque. Si lo tienes claro, busca un máster especializado en lo que persigues, si no lo tienes claro busca algo más general que te enseñe un poco de todo. Mantener opciones abiertas (en esto insisten mucho) es muy importante, sobre todo cuando eres joven.
En caso de tenerlo claro, no tiene truco. Preguntar por LinkedIn, por Twitter, a conocidos, buscar en foros, por internet o ex-alumnos sobre los máster que quieres cursar. Probablemente vas a realizar un buen desembolso de dinero así que no escatimes en tiempo. Otro consejo es que el precio a veces engaña. No por gastarte más dinero vas a aprender más. Lo más importante, siguen insistiendo, lo aprenderás trabajando.
Otro de los consejos es sobre el MBA, antes aportaba mucho valor. Sin embargo, algunos profesionales indican que ya no es tan necesario como antes y consume mucho tiempo. No dicen que no valga, al revés creen que te ofrece un conocimiento global valioso, pero ahora existen otros más especializados que si lo tienes claro pueden aportarte más.
En conclusión sobre los másters, no son imprescindibles pero pueden ser un paso importante. ¿Lo ideal? Estudiarlo mientras comienzas a trabajar en unas prácticas o en un puesto sin remunerar o con poca remuneración con la moneda de intercambio de aprender mucho allí.
¿Qué certificados existen?
El mundo de los certificados es un mundo aparte. Existen cientos de certificados para muchas especialidades diferentes. Durante los últimos años quizá aquellos que más han destacado en el sector financiero de forma general han sido el EFPA (Europa) y el CFA (global). Aunque son dos títulos que no se pueden comparar, han tenido mucha aceptación entre las empresas. [No podemos dejar de recordar que existen muchos más, aparte de estos]
El EFPA y los títulos que emanan de él, están más enfocados al asesoramiento financiero, mientras que el CFA está más enfocado al mundo de los mercados financieros en profundidad. Todos coinciden en que el CFA es más exigente y que requiere de mucho esfuerzo y sacrificio. Son tres niveles y el periodo medio para aprobarlo es de 3 a 5 años. El EFPA, sin embargo, se tiene como un certificado más accesible. Aunque, indican, en que son dos títulos diferentes.
Sin entrar en detalle sobre los temarios de cada uno, nos centraremos en la opinión sobre el título que recomiendan, el CFA. La opinión general es: el CFA no es estrictamente necesario, algunas cosas no se pueden llevar a la práctica y/o son erróneas, el periodo para aprobarlo es largo (3 niveles) para los que como mínimo se suelen tardar 3 años y requiere un gran sacrificio. Consecuentemente, más allá del conocimiento que aprendes, porque aprendes muchas cosas, lo más importante para ellos el valor curricular del CFA.
¿Por qué es tan valioso el CFA? Porque aparte de certificar unos conocimientos que no todo el mundo tiene, ofrece mucha información sobre la persona que lo posee. A saber, dice de la persona que tiene capacidad de sacrificio, es autodidacta, —además los CFA suelen trabajar mientras lo estudian— y tenaz, lo que demuestra grandes capacidades. Parece un tontería, pero esas capacidades se valoran mucho, según dicen los profesionales entrevistados, a la hora de acceder a un buen puesto de trabajo en el sector financiero. Personas con conocimientos hay bastantes, pero con determinadas cualidades y con determinada personalidad no.
Con todo, piensan que el CFA está lejos de ser imprescindible. Se puede desempeñar y acceder a un buen puesto de trabajo, vía experiencia profesional. Eso sí, advierten, puede que en un futuro sea más un requisito de las empresas que un título que aporte valor añadido. Esto ya está pasando en algunos segmentos del sector y creen que podría pasar en unos años.
¿El consejo más repetido? Sea lo que sea que hagas, no dejes de formarte, aprende idiomas, lee mucho, sé crítico contigo mismo y con los demás, ten paciencia y lucha todo lo que puedas. Si te dejas la piel, tarde o temprano, te llegará la oportunidad. Y más importante aún, todos decían, que esa era su visión y que cada uno debe seguir su camino pues lo suyo no es necesariamente lo correcto.
roxana acosta ceballos dice
un gran artículo, muy interesante.
Walter Wiesner dice
Me parece apropiada la informacion para cualquier edad
Orlenys dice
gracias por este articulo, siempre son muy buenos pero un poco de informacion para nosotros los q aun nos estamos formando es un regalo,gracias
Ayelén dice
Me ha encantado. Muchas gracias por ésta información 🙂