Se acerca la Navidad y, con ella, unos gastos extraordinarios que no siempre sabemos afrontar. Por ello, en este artículo explicaremos algunos consejos para que nuestras finanzas personales no se vean afectadas más de lo necesario en esta época tan especial.
Ante todo, seamos previsores
Debemos adelantar todo lo posible las compras, evitando las de última hora y aprovechando los periodos de ofertas
Como todos sabemos, las fechas más próximas a la Navidad suelen ver un aumento de precios en muchos productos, sobre todo relacionados con regalos o alimentos. Esto ocurre porque a las compras de última hora se suma la caída de la producción por las vacaciones. En otras palabras, menos oferta y más demanda, empujando al alza los precios.
Nos guste o no, esta es la dinámica propia de cualquier economía de mercado. No podemos impedirla, pero sí reducir al mínimo su impacto sobre nuestra salud financiera. Por ello, lo primero que debemos procurar es afrontar estas fechas con previsión.
Ser previsores consiste, principalmente, en adelantar todo lo posible las compras de los regalos. Debemos evitar las compras de última hora, y si es posible, aprovechar los periodos de ofertas. En Estados Unidos, más del 76 % de los consumidores compran sus regalos de Navidad durante el Black Friday por este motivo.
Sin embargo, también es posible ser más previsores aún y pensar en la próxima Navidad ya desde las rebajas de julio y agosto. Y si esto no es posible, siempre se pueden retrasar las compras a enero, una opción que elige el 20 % de los consumidores españoles.
Previsión, ¡hasta en la comida!
Los alimentos congelados son una buena opción para adelantar nuestras compras dirigidas a comidas familiares
En cuanto a los alimentos, es evidente que no todos se pueden comprar con tanta antelación. Sin embargo, muchos pueden conservarse en el congelador durante meses, lo que nos permite adelantar su adquisición.
Gracias a ello podemos evitar el tradicional repunte de los precios en las fechas cercanas a la Navidad, ayudándonos a rebajar el coste de las comidas familiares. Por ese motivo, es importante saber qué productos suelen subir más de precio en nuestro país y, en la medida de lo posible, comprarlos con anticipación.
Aquí no podemos señalar productos concretos, ya que como observamos en la gráfica superior, en este sentido el mundo hispano no presenta demasiados patrones comunes. La variedad en la gastronomía de la región hace que los alimentos más demandados cambien por completo de un país a otro. En Argentina, por ejemplo, los tres productos que más se encarecieron en diciembre son cortes de carne vacuna. En España, por el contrario, la carne que más suele subir de precio es la ovina.
Pero las diferencias no se limitan a la carne: en los países más cercanos al Ecuador la demanda de plátanos suele crecer en estas fechas, cosa que no ocurre en el resto de la región. El pescado, por su parte, ocupa un lugar destacado en las gastronomías española, peruana y chilena, pero se encuentra más relegado en los rankings de otros países.
Alternativas para una buena cena familiar
Hay una gran variedad de posibilidades para preparar comidas familiares, evitando los alimentos que más se encarecen en estas fechas
Ahora bien, ¿qué ocurre con los alimentos frescos, que no se pueden comprar con tanta antelación? Como acabamos de ver, algunos de los productos que más se encarecen son la patata, el plátano o los huevos, que no pueden ser congelados.
En estos casos, la única alternativa de ahorro que nos queda es buscar recetas que utilicen ingredientes distintos a los tradicionales de la gastronomía navideña. En España, por ejemplo, deberíamos evitar el cordero o el pescado. Recordemos que en 2021, estos fueron los productos que más subieron de precio en diciembre, un 7,5 % y 6 % respectivamente.
En internet podemos encontrar una gran variedad de recetas para comidas familiares con los ingredientes alternativos que queramos utilizar, y esto puede ahorrarnos mucho dinero. A veces no es necesario cambiar por completo la receta, sino buscar sucedáneos más económicos. Si vivimos en Argentina, por ejemplo, podemos recurrir a la carne de cerdo o de pollo para reemplazar al vacuno.
En cambio, si queremos mantener los productos más tradicionales, debemos saber que pagaremos un sobreprecio por ellos en esta época del año. Si es así, se hace imprescindible al menos contar con un presupuesto que nos permita planificar estos gastos de antemano.
La importancia de un buen presupuesto
Es importante revisar nuestros ingresos y gastos con antelación, ver cuánto podemos gastar, y con base en eso, decidir lo que compramos
Como hemos explicado en publicaciones anteriores, contar con un presupuesto a nivel personal o familiar es esencial para ordenar nuestros gastos. En este caso, se trata de incluir una estimación de los gastos relacionados con la Navidad. No podemos pretender poner una cifra exacta, sino más bien un límite máximo que podemos permitirnos, el cual debemos esforzarnos por no superar.
El hecho de presupuestar los gastos puede parecer algo trivial, pero en realidad puede marcar una gran diferencia para las familias más ahogadas por los gastos. Para muchos, primero se hacen las compras navideñas y luego se decide cómo se pagan (con los ingresos regulares, ahorros, deuda, etc.). Sin embargo, esto es un error.
De hecho, es recomendable hacer el camino inverso: revisar nuestros ingresos y gastos con antelación, ver cuánto nos podemos permitir gastar, y en base a eso, decidir lo que compramos. La diferencia es fundamental, porque no es lo mismo pasar el mes de diciembre ahorrando menos de lo habitual que llegar endeudados a enero.
Recortando gastos
Se trata de vivir con más austeridad durante algunas semanas, para compensar los gastos extraordinarios de esta época del año
Dependiendo de la situación de cada uno, puede ser necesario revisar el presupuesto en su totalidad, no solo los gastos navideños. Esto significa que si no tenemos margen para asumir los gastos previstos, quizás debamos recortar otros.
Este ejercicio debería centrarse en los gastos superfluos, no en cosas que necesitamos de forma recurrente. Rebajar la factura del teléfono o cancelar una suscripción que no utilizamos siempre es una buena idea, pero aquí deberíamos poner el foco en otras cosas. Podemos reducir las salidas al cine o al restaurante, o moderar las compras superfluas.
Otra forma de regalar
Alternativas como el amigo invisible permiten hacer menos, pero mejores regalos, reduciendo el coste total para las familias
En cuanto a los regalos, en los últimos años se ha extendido por todo el mundo la tradición del amigo invisible. Esta costumbre, que ha arraigado de forma particular entre los jóvenes, consiste en que dentro de un grupo de personas, cada integrante debe hacer solo un regalo. El beneficiario de ese regalo se elige por un sorteo secreto antes de empezar, y normalmente se pone un límite máximo de gasto.
La principal ventaja de esta modalidad es que evita gastar mucho dinero en una gran cantidad de regalos para muchas personas, sin poder pensar demasiado en qué regalar a cada uno. En su lugar, podemos dedicar más tiempo y dinero a hacer un regalo más especial a una persona concreta.
De esta manera, se prioriza la calidad de los regalos sobre la cantidad. Sin olvidar, por supuesto, que también se reduce el coste total para las familias.
¿El fin de las cenas de empresa?
Se trata de buscar alternativas que fortalecen el espíritu de equipo, mientras reducen el coste para la organización
Por último, si tenemos una empresa debemos saber que en los últimos años se han ido consolidando alternativas a la tradicional cena de empresa de Navidad. En la mayoría de los casos, sirviendo un cóctel en lugar de una cena con menú completo.
Sin embargo, también se están popularizando otras actividades como la participación en eventos benéficos o talleres organizados por la empresa. En cualquier caso, se trata de alternativas que permiten fortalecer el espíritu de equipo, como ocurre con las cenas, a la vez que reducen el coste para la organización.
En resumen, aquí hemos comentado algunos consejos generales para reducir el impacto de la Navidad sobre nuestro bolsillo, pero las circunstancias de cada uno pueden dejarnos muchas enseñanzas más. Por ello, desde Economipedia animamos a nuestros lectores a poner en práctica nuestros consejos y comentar sus experiencias.