Tras el estallido de la crisis financiera cada vez más gente se dedica a desarrollar su propia idea de negocio de forma independiente, trabajando como autónomo, creando una pequeña sociedad o trabajando a modo de freelance.
Nada más crear una pequeña empresa o start-up es muy fácil centrarse en el proyecto y en la idea de negocio. Las tareas externas como la administración, la contabilidad o los temas fiscales suelen ser muy reducidas sin dar (demasiados) dolores de cabeza. Sin embargo, al ser una pequeña empresa sin muchos recursos muchas veces pocas personas o incluso una sola persona debe realizar una infinidad de tareas.Si no queremos caer en una espiral de estrés es importante delegar algunas tareas en otras personas o empresas.Para ello es necesario confiar en ellas y en su profesionalidad, de lo contrario el trabajo nos desbordaría y acabaríamos perdiendo la visión de nuestro negocio, dedicando demasiado tiempo a aspectos superfluos al mismo. Es importante tener en cuenta una serie de advertencias a la hora de trabajar en una start-up.
Según el negocio va creciendo y va ganando un hueco en el mercado del sector, la administración de la sociedad va requiriendo más y más recursos, especialmente tiempo. Podemos contratar a una persona para encargarse de estas tareas o incluso si es necesario crear nuestro propio departamento de administración. Muchas veces lo más conveniente es subcontratar a otras empresas para que nos lleven estos temas y así despreocuparnos de los temas que no estén estrictamente relacionados con el negocio. Para poner un ejemplo sencillo, en nuestra casa cuando pretendemos ser el informático, el electricista, el técnico de internet y el fontanero, la mayoría de las veces acabamos perdiendo más tiempo en esas tareas de lo que nos interesa, incluso a veces no conseguimos reparar el fallo y nos vemos obligados a llamar al técnico especializado para que se encargue de ello. En este caso habremos dedicado mucho más tiempo del necesario.Y al igual que en nuestro negocio, el tiempo es un recurso muy valioso.
Tanto las Pymes como las grandes empresas externalizan todo tipo de tareas. Lo que nos puede llevar más tiempo y echar para atrás en el momento de subcontratar a otra empresa suele ser la duda de quién debe realizar ese trabajo, ¿a quién debo subcontratar? Para no caer en la desesperación es importante investigar y hacer un buen análisis de qué tareas queremos subcontratar y quién se especializa en ello. Para ayudarnos con esta tarea de análisis también existen empresas que nos pueden aconsejar, como CtaimaCAE, que se encarga de coordinar las actividades empresariales como un servicio integral.
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Dejando tareas que no están relacionadas con nuestro negocio en manos de gente especializada nos ayudará y motivará a llevar nuestro negocio de manera eficiente, sin tener que preocuparnos por tareas que no nos interesan y así centrando nuestra atención en lo que somos especializados.