Los problemas que dificultan el emprendimiento suelen ser variados y pueden echar al traste negocios que tienen una buena base para triunfar. Muchos emprendedores se ven limitados por sus creencias y otros condicionantes para trasladar a la práctica sus ideas.
Emprender es una de las opciones más recurrentes a la hora de enfrentarse al mercado laboral. ¿Trabajar por cuenta ajena o lanzarse uno mismo con su negocio al mercado laboral con su proyecto? Esta última opción está de moda y es una de las alternativas más escogidas en los últimos tiempos.
Mucha gente decide emprender porque quiere conciliar mucho mejor su vida laboral y personal. Además, de encargarse de la gestión de su proyecto, poner en práctica su idea y no depender de un jefe o una empresa.
Pero a la hora de emprender, aunque existen muchos beneficios y también desventajas, existen problemas que pueden afectar al emprendedor antes o después de haber emprendido.
Sus creencias limitantes, el síndrome del impostor o la incapacidad para poder gestionar todo lo que conlleva poner en marcha una empresa pueden ser algunos de los obstáculos que impidan el éxito de un proyecto.
¿Qué problemas principales dificultan el emprendimiento?
Estos son algunos de los problemas más destacados que generan complicaciones a la hora de emprender:
- Mentalidad: Aunque muchas personas se centren en la parte técnica del proceso e incluso los programas formativos que hay sobre emprendimiento hagan mayor hincapié en esto, la mentalidad es una pieza fundamental. Las creencias limitantes de uno mismo pueden echar por tierra una buena idea. El no considerarse valioso o con suficiente profesionalidad, a pesar de no ser algo real, puede limitar a un individuo a poner en marcha su negocio. No solo eso, sino que hay que saber que una empresa requiere de mucho tiempo de dedicación, energía y facilidad para adaptarse a los cambios. El mercado está en constante cambio y quizá el éxito de hoy, no valga para el día de mañana. Por lo tanto, hay que tener una perspectiva de futuro, trabajar la innovación y fortalecer la mente para prepararse para cualquier cambio que surja de forma esperada o no. Por ejemplo, muchos negocios han tenido que adaptar sus servicios y reformular sus estrategias por el coronavirus. La pandemia es algo inesperado que está afectando a la humanidad, pero es algo externo contra lo que no se puede luchar, sino adaptarse a las circunstancias a nivel vital y laboral.
- No tener un plan de negocio: Muchos proyectos se lanzan sin tener una buena base. Un plan de negocio es fundamental para sentar los pilares de un negocio. Recopilar información sobre el mercado, los productos o servicios, la competencia, el presupuesto destinado a los distintos departamentos, las necesidades de capital financiero o el presupuesto de marketing, son solo algunos de los aspectos que se deben reflejar en este tipo de planes. Es importante también hacer referencia a los objetivos a medio y largo plazo. Todo esto ofrece una amplia visión y un plano importante para sentar las bases estratégicas de un proyecto y evitar sorpresas en el futuro. Muchas empresas que se lanzan sin este tipo de preparación suelen tener problemas posteriores porque no se ha hecho un estudio para mantenerse en el tiempo.
- Problemas en la gestión: La incapacidad de rodearse de gente competente a la hora de cubrir los puestos laborales que se requieren supone un gran problema. Además, las malas elecciones de socios, problemas en las inversiones, pedir préstamos excesivos, malos proveedores o altos costes en las operaciones de la empresa. Estos son algunos de los problemas que pueden surgir cuando hay una mala gestión inicial que dificulta el emprendimiento.
- No ser un buen líder: Si te rodeas de un equipo de trabajo, es importante ser un buen líder para ellos. El liderazgo es algo que deben trabajar los emprendedores si tienen previsto rodearse de un equipo humano al que deben gestionar. Se trata de ser empático, delegar funciones y hacer que todos se sientan parte de los objetivos de la empresa. Valorar sus opiniones y tener en cuenta sus tareas como una parte fundamental, son aportes que hay que tener en cuenta cuando se lidera un equipo de trabajo.
- No tienes clientes: Esto es fundamental para que un negocio esté vivo. Alguien que compre tus servicios o productos para conseguir mantener a flote tu proyecto. Para ello es importante dar visibilidad a tu marca a través de la publicidad y el marketing. Se trata de generar confianza en el público y trabajar la imagen de marca para conseguir ser una buena autoridad en el mercado.