Creencias limitantes
Las creencias limitantes son aquellas que bloquean a las personas a la hora de conseguir sus objetivos. No tienen por qué ser reales, pero dificultan alcanzar aquello que realmente desean.
Las creencias limitantes generan bloqueos en las personas a la hora de llevar a cabo sus sueños. Son ideas negativas, que no tienen por qué ser ciertas, pero que la propia persona las considera como tal, y actúa en consecuencia.
El problema de las creencias limitantes es que limitan la vida de un individuo, le impiden crecer como persona, y conseguir aquellas cosas que le ilusionan. Por ello, también es importante cambiar las creencias limitantes por creencias potenciadoras.
Pueden afectar a distintos aspectos de la vida de un individuo: laborales, personales, sociales…
Las creencias limitantes pueden surgir en la niñez, y continuar durante la madurez.
Pueden aparecer en un momento determinado a través de algún tipo de experiencia, o comentario poco afortunado que ha conseguido hacer creer a esa persona que no está capacitada para lograr algo en concreto.
Tipos de creencias limitantes
¿Cómo identificar las creencias limitantes? Aunque no es fácil existen diferentes tipos. A continuación expondremos los principales tipos de creencias limitantes y algunos ejemplos sencillos.
- Posibilidad: Son creencias limitantes que están relacionas con aquello que es posible que consiga la gente, pero que uno mismo se escuda en la imposibilidad de lograrlo. Por ejemplo, ellos han emprendido, pero a mí me resulta imposible en estos tiempos.
- Capacidad: Aquí se valora la capacidad de otros para conseguir algo, pero a la hora de hacer referencia a uno mismo, se niega esa misma opción. Por ejemplo, la gente se las apaña para conseguir ahorrar cada mes, a mí me resulta totalmente imposible lograrlo.
- Merecimiento: Este tipo de creencias limitantes son muy habituales en general, y es que es uno mismo el que se boicotea para no conseguir algo. No considerarse merecedor de una cosa, tener la idea de que si uno no sufre para conseguirlo, o se sacrifica no se lo merece, es un pensamiento limitante. Por ejemplo, no merezco comprarme ese coche, no he ahorrado, he tenido la suerte de que me tocase la lotería de manera fortuita.
Ejemplos de creencias limitantes
Existen creencias que pueden provenir desde una experiencia que se identificó como algo negativo y se extrapoló a otro tipo de facetas. Por ello, son creencias negativas.
El cerebro considera válidas este tipo de creencias negativas o limitantes porque si creemos que no podemos hacer algo, eso ya nos predispone a no conseguirlo. Aquí van algunos ejemplos adicionales:
- No voy a encontrar trabajo con tantas candidaturas ya registradas.
- Es imposible encontrar trabajo hoy en día. Además, si lo encontrase, me iban a pagar muy poco.
- No me considero válido para ese trabajo. Voy a buscar algo inferior a mi titulación.
- No me merezco ese reconocimiento laboral. Cualquiera sería capaz de hacer este trabajo.
- No voy a conseguir pareja nunca. Así que prefiero no intentarlo siquiera.
- En el colegio me quedé en blanco cuando salí a exponer mi trabajo. No valgo para hablar en público.
- Siempre me decían que era un patoso. Realmente no valgo para nada.