Un bien tangible es todo aquel que tenga forma física, es decir, puede ser percibido y ocupa un espacio.
Este tipo de bien se caracteriza entonces por poder ser observado y poseer un cuerpo que es factible tocar.
Para explicarlo de otro modo, un bien tangible es aquel que puede ser percibido por los sentidos.
Lo contrario a un bien tangible es uno intangible que son aquellos activos inmateriales y cuya percepción, y por tanto valorización, suele ser más compleja.
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Cabe señalar que, aunque un bien tangible es observable, eso no quiere decir que ciertas características no puedan pasar desapercibidas. Por esa razón, existen las garantías de compra que permiten a un comprador poder exigir un cambio o reparación en caso el producto adquirido no funcione de la manera esperada.
Tipos de bien tangible
Los bienes tangibles pueden clasificarse de distinta manera. Por ejemplo, de acuerdo a la posibilidad de ser movilizados, pueden ser muebles, como una maquinaria, o inmuebles, como un terreno.
Igualmente, pueden ser bienes cuantificables, como los libros, o no cuantificables, como el agua.
Otro tipo de clasificación puede ser por el tipo de necesidad que satisfacen. Así, existen bienes de primera necesidad, como los alimentos, y bienes de lujo, como obras de artes o joyas.
Bienes tangibles en la contabilidad
Cuando una empresa registra un bien tangible lo ingresa, por ejemplo, según su coste de adquisición y anotando un asiento contable por la operación. Si fue a través de una compra, se apunta una salida de caja/bancos y una entrada, por ejemplo, en muebles y enseres.
Asimismo, cabe señalar que los bienes tangibles suelen tener una vida útil limitada, por ejemplo, las maquinarias para la producción podrían durar aproximadamente cinco años . Por tanto, la empresa debe reconocer la pérdida de valor de estos activos con un asiento contable por su depreciación.