Ciclo de auditoría
Un ciclo de auditoría es un procedimiento por el cual se busca verificar la fiabilidad de la información financiera presentada por una compañía. Esto, previamente a la publicación de sus estados financieros.
Es decir, un ciclo de auditoría tiene el objetivo de comprobar que los datos financieros de una empresa son válidos y exactos, es decir, que reflejan con confiabilidad la situación económica de la firma.
Este procedimiento puede estar a cargo del área contable de la propia organización (auditoría interna) o puede encargarse el trabajo a un tercero. En este último caso, se trataría de una auditoría externa.
La idea de llevar a cabo este ciclo contable es identificar y notificar cualquier cuestionamiento o inconsistencia en los estados financieros.
En este punto, debemos recordar que una auditoría es, en general, el proceso de análisis exhaustivo de una empresa u organización. Esto, con el fin de estudiar sus características.
Específicamente, en el ámbito contable, que es el que nos atañe en este artículo, una auditoría es la revisión de los estados financieros de una persona jurídica para corroborar que son correctos. Esto es, en principio, que la información se corresponda con la realidad. Por ejemplo, que si se anotaron ventas por 100.000 euros, esta cifra sea verdadera.
Además, la auditoría corroborará si la empresa ha elaborado sus estados financieros siguiendo el marco normativo correspondiente. Es decir, si se respetaron las Normas internacionales de Información Financiera (NIIF) – IFRS en la Unión Europea o las GAAP en Estados Unidos.
Una vez culminado el ciclo de auditoría, se emite una opinión. La idea es que la empresa auditada la tome en cuenta para efectuar mejoras o cambios, por ejemplo, si han detectado posibles (o potenciales) problemas de control interno.
Fases del ciclo de auditoría
Las fases del ciclo de auditoría son las siguientes:
- Reconocimiento: Se determinan los procesos contables que deben analizarse. Además, se definen áreas de riesgos y las metas de la auditoría.
- Elección de la metodología: Se decide cómo se recopilarán los datos: entrevistas, encuestas, presentar solicitudes de información, etc.
- Trabajo de campo: Recolección y análisis de los datos requeridos. Se prueban y comparan las muestras obtenidas.
- Presentación y revisión: Los auditores se reunirán con los directivos. Se pueden sugerir modificaciones a los procedimientos. Esto, para evitar o reducir errores en la información contable.
- Auditoría correctiva: Se llega a este paso en caso se hayan identificado fallos de particular relevancia. La compañía entonces puede decidir implementar los cambios propuestos. Una vez hecho esto, los auditores emiten un informe final en relación con los procesos contables de la empresa.