Cobrar
Cobrar es el acto por el cual un acreedor hace efectiva la cancelación de una deuda. Esto, de manera total o parcial.
Es decir, cobrar significa recuperar un dinero prestado (con o sin intereses) o exigir el cumplimiento de una promesa pago al realizar una compraventa a crédito.
Entonces, tenemos que, por un lado, un prestamista puede cobrar un financiamiento previamente otorgado. En este caso, se suele exigir, adicionalmente al principal de la deuda, el pago de intereses. Estos corresponden al gasto financiero en los que debe incurrir el deudor para contar con dinero hoy y no tener que esperar a un futuro.
Asimismo, una empresa o persona puede cobrar la deuda de un cliente a quien le vendió a crédito.
Por ejemplo, una empresa que comercializa insumos para la industria metalmecánica realiza una venta por 900 euros a uno de sus clientes. Así, como se trata de un comprador frecuente, decide ofrecerle un crédito de proveedores por un plazo de 90 días. Culminado ese periodo, se procede a cobrar la deuda, sin cargar intereses.
Otro punto a tomar en cuenta es que no siempre la acción de cobrar se realiza de forma amigable, sino que puede ser forzosa. Esto, en caso el deudor tenga, por ejemplo, una deuda muy grande y se declare en quiebra. De ese modo, si ha puesto un bien como garantía, el acreedor puede exigir que este sea vendido para asegurar la recuperación del financiamiento otorgado.
Otras acepciones de cobrar
Otra acepción de cobrar es, en general, obtener el pago por algo. Es decir, puede ser aplicable a una compraventa al contado.
Puede darse el caso de un individuo que va a una tienda (que no acepta tarjeta de crédito) y compra, por ejemplo, un paquete de galletas. Así, para completar la transacción, el vendedor cobra el monto correspondiente en efectivo y entrega el pedido.
Cabe señalar además que no solo se cobra por la obtención de un bien tangible, sino por servicios prestados. Es decir, un trabajador dependiente cobra regularmente un sueldo de su empleador, por ejemplo.
Otro punto importante a aclarar es que no solo se cobra en el marco de un intercambio económico legal, sino también en el comercio ilegal, por ejemplo, de armas o drogas.
Gestión de las cuentas por cobrar
Los acreedores pueden contratar a una empresa de cobranzas para externalizar la recuperación de las cuentas por cobrar.
Dichas empresas de cobranzas se comunican entonces con los deudores y suelen ofrecerles, por ejemplo, una reducción del principal del préstamo. Esto, a fin de conseguir el pago de al menos una parte de la deuda.