Comisión bancaria
Las comisiones bancarias son cobros que las entidades financieras efectúan a sus clientes, minoristas y corporativos, por la prestación de productos y servicios de cualquier naturaleza, desde gestiones operativas, como transferencias o retiradas de efectivo del cajero, hasta la contratación de productos de inversión, ahorro o financiación.
La aplicación de comisiones y su importe es una decisión libre de cada entidad. Esta práctica no está regulada en diferentes países. Por ejemplo, en el caso de España, el Banco de España no tiene potestad para limitar su importe.
Sin embargo, existen excepciones para las que este concepto viene limitado por ley y varían dependiendo del país. Además, también hay que señalar que los tribunales de justicia pueden condenar comisiones abusivas, práctica conocida habitualmente como usura.
Por último, es importante diferenciar las comisiones financieras de las comisiones no financieras, explicadas a continuación.
Tipos de comisiones bancarias
Podemos agrupar las comisiones bancarias en dos grandes grupos en función de su carácter:
- Comisiones por servicios o no financieras: Son los costes derivados de la ejecución de gestiones operativas. Algunos ejemplos:
- Transferencias nacionales e internacionales.
- Mantenimiento de la cuenta o de las tarjetas de crédito.
- Cambio de divisas.
- Retiradas de efectivo en el cajero.
- Cobro o emisión de cheques.
- Comisiones financieras: Son aquellos costes que forman parte de una operación financiera, como la adquisición o cancelación de algún producto de la entidad. Algunos casos:
- Productos financieros de inversión: fondos de inversión, acciones, títulos de deuda, planes de pensiones.
- Productos de financiación: préstamos en forma de hipotecas, créditos al consumo, minicréditos, etc.
- También, comisiones generadas por el incumplimiento de las condiciones pactadas previamente al contratar un producto de financiación.
Tener la información adecuada para evitar sobrecostes
Conviene tener toda la información necesaria antes de iniciar una relación con un banco. Es importante consultar las condiciones en otras entidades para evitar gastos innecesarios que podríamos ahorrar.
Con información y previsión conseguiremos realizar una planificación patrimonial fructífera e identificar costes que podríamos ahorrar e invertir en otras cosas que nos generen satisfacción.