Inversión personalista
La inversión personalista es un tipo de inversión enfocada en el las características específicas de un inversor o de un grupo reducido de inversores.
La inversión personalista se centra en las preferencias individuales de cada inversor. Al contrario que la inversión generalista o estándar, se adapta completamente a las características de rentabilidad, riesgo y horizonte temporal del inversor.
Por decirlo de forma sencilla, la inversión personalista es un tipo de inversión a medida.
Características de la inversión personalista
La inversión personalista o a medida suele ser un servicio ofrecido por entidades financieras que se dedican a la gestión de activos. Entidades que, en lugar de ofrecerte un producto o servicio financiero ya creado, crean uno o lo adaptan para ti.
En una inversión a medida el inversor define todos los parámetros:
- Cantidad de riesgo que quiero asumir
- Cuánto espero ganar
- Cuánto tiempo quiero que dure mi inversión
- Con qué productos quiero operar (si los conoce)
- En qué zonas geográficas quiere operar (si quiere decidirlo)
Evidentemente no se pueden pedir peras al olmo. Es decir, no se puede esperar ganar mucho con muy poco riesgo.
En este sentido, la entidad asesora al inversor. Esto es, no solo gestiona los activos según las indicaciones del inversor, sino que también le asesora en términos de lo que es alcanzable y lo que no.
Una vez definidos los parámetros la entidad pasa a la acción. Es decir, siguiendo las indicaciones buscan aquellas inversiones que cumplan con los requisitos.
Por supuesto, al tratarse de una inversión personalista, puedes cambiar las preferencias e indicaciones en cualquier momento. Siempre y cuando, claro está, sea posible.
Por último, vale la pena mencionar que la inversión personalista suele ser más cara que una inversión estándar. No es lo mismo, invertir en un fondo de inversión cuyos parámetros están definidos por el gestor y son iguales para todos, que una cartera confeccionada al efecto según nuestras indicaciones.
Ejemplo de inversión personalista
Para finalizar, vamos a poner un ejemplo de inversión personalista. Por supuesto, este ejemplo no constituye ninguna recomendación de inversión. Es, simplemente, un ejemplo de lo que podría ser una inversión de este tipo:
Me gustaría obtener una rentabilidad del 15% operando preferiblemente en futuros financieros sobre índices europeos. El máximo riesgo que quiero asumir es del 3% mensual y el 6% anual. Quiero una inversión líquida y de corto plazo.
Es una versión muy sencilla de lo que serían las indicaciones. En cualquier caso, la entidad que asesore al inversores o grupo de inversores realizará un cuestionario mucho más exhaustivo con el fin de adaptarse lo mejor posible a las preferencias.