Nacido en 1940 en Bangladesh, el nombre de Muhammad Yunus ha estado vinculado al mundo de la economía por sus aportaciones a las microfinanzas y a los microcréditos. Formado como economista en la Universidad de Nueva Delhi, complementó sus estudios de Economía en Estados Unidos. Como hombre polifacético, Muhammad Yunus es banquero, economista, profesor universitario, emprendedor social y ganador del Premio Nobel de la Paz en 2006. Como fundador del Banco Grameen, sus créditos contribuyeron a ayudar a los emprendedores con menores recursos económicos.
Si hay algo por lo que destaca Muhammad Yunus como economista es por su afán en la lucha contra la pobreza. Por ello, como iniciativa para acabar con este mal social y económico, Yunus se puso manos a la obra y creo el llamado “banco de los pobres”, el Banco Grameen.
Sus ideas sobre los microcréditos y microfinanzas han supuesto toda una revolución y una iniciativa innovadora tanto para la economía como para la lucha contra la pobreza.
El origen del Banco Grameen y los microcréditos
Dos años después de regresar a su país natal, en su mente surgió una idea que sería un cambio radical en el mundo de las finanzas y la economía. Yunus, al ver lo que sucedía a su alrededor, se percató de que los pobres quedaban al margen de la sociedad y fuera de la economía.
Así pues, Muhammad Yunus tomó una importante determinación para integrar a estas personas en la economía y en la sociedad. La solución pasaba por dar créditos a quienes vivían en situación de pobreza. Para tal propósito creó la fundación “gobierno rural”. Su plan era ayudar a un total de 43 mujeres con una cantidad de 27 dólares estadounidenses. Estas mujeres debían emplear el dinero para crear sus propios negocios de artesanía. A diferencia de otros banqueros, no debían pagar elevados intereses ni enfrentarse a penalizaciones y sanciones si no devolvían el dinero en un periodo de tiempo determinado. Bastaba con que devolvieran el dinero cuando las circunstancias se lo permitiesen.
Esta primera iniciativa fue el origen de lo que a la postre sería el Banco Grameen. Frente a los bancos tradicionales el Banco Grameen o Banco del Pueblo, facilita el acceso al crédito a los emprendedores más pobres y con unas condiciones muy favorables para que puedan crear un pequeño negocio con el que valerse por sí mismos. Y, al mismo tiempo, devolver los micropréstamos. Tal ha sido el éxito de este banco que solo cerca del 2% de los créditos han resultado impagados.
El microcrédito, el gran protagonista
A diferencia de la caridad, un microcrédito ayuda a que quienes se encuentran en situación de pobreza puedan desarrollar su propio negocio. En otras palabras, los pobres pasarán a integrarse en la economía y dejarán atrás la miseria, pudiendo sostenerse por sí mismos, sin depender de la caridad.
¿Cómo se formalizan los microcréditos?
Queda claro que el microcrédito es el eje central de la actividad del Banco Grameen. Ahora bien, quien quiera disponer de un crédito concedido por este banco debe comprometerse con las denominadas “16 decisiones”. Las 16 decisiones, son una serie de prácticas positivas para la economía, la sociedad y su bienestar particular.
A diferencia de los préstamos tradicionales que quedan recogidos en un contrato, en el Banco Grameen las relaciones entre prestamista y prestatario se basan en la confianza personal. Así, para responder a situaciones excepcionales, el banco propone a los prestatarios que se ahorren pequeñas sumas de dinero para posibles emergencias.
Otras actividades del Banco Grameen
Sin embargo, el Banco Grameen no solo efectúa préstamos, también acepta depósitos. Es más, el propio Muhammad Yunus anima a los prestamistas a ser ahorradores. De este modo, con ese capital ahorrado se podrán conceder nuevos créditos a otras personas en situación de pobreza.
Las actividades que ha financiado el Banco Grameen son muy variadas, desde los negocios artesanales hasta los pozos manuales, sin olvidar la agricultura y la ganadería de los más pobres, así como la compra de equipo para estas actividades. No cabe duda de que los objetivos de Muhammad Yunus y del Banco Grameen son muy ambiciosos, pues buscan acabar con la pobreza allá donde dispongan de una oficina.