Web3
La web3 es la evolución que la World Wide Web (WWW) experimentará con el auge de las tecnologías orientadas al ecosistema blockchain. Su objetivo es descentralizar de manera segura la transferencia de datos en la web, ya sea en forma de activos o información de cualquier tipo
En resumidas cuentas, la web3 utiliza una cadena de bloques, la cual es validada por los usuarios de la red en cuestión, eliminando el tradicional ente o ‘jefe’ principal que centraliza todo el poder.
Para entender mejor el concepto, se debe conocer al menos de forma básica en qué consiste la blockchain.
Un ejemplo podría ser un notario, el cual certifica sucesos por sí solo, y, en cambio, vía blockchain serían una multitud de usuarios los que comprueban dentro de la red si lo que se está realizando va a acorde con la red de bloques o no.
Luego, si lo relacionamos con el término web3, nos encontramos ante un panorama en el que las posibilidades y aplicaciones son casi infinitas. En el entorno digital todo es posible, y la existencia futura de una web3 es un escenario probable, aunque aún incierto.
Características de la web3
La web3 se caracteriza por un control descentralizado, y por estar basado, como se ha mencionado anteriormente, en tecnología blockchain.
Este tipo de evolución cambia por completo el funcionamiento de la web tal y como la conocemos, es decir, corporaciones como Alphabet, Microsoft o Apple, perderán influencia y poder directo en la web. Sin embargo, al ser blockchain una tecnología y un proceso con grandes barreras de entrada, se espera que estas grandes corporaciones irrumpan dentro de este nuevo espacio, junto con proyectos pioneros.
Luego, en este cambio de paradigma, en el que se dota a los usuarios de más herramientas y poder, será clave en el desarrollo del sistema la privacidad, la libre circulación de datos, y la flexibilidad a la hora de crear o desarrollar aplicaciones.
Web3 versus Web 3.0
Según el medio al que se acuda, suele darse la confusión de denominar la web3 como web 3.0, y, en este sentido, hacen referencia a cosas totalmente distintas.
Mientras que, por un lado, la web3 es una transformación del ecosistema que es hoy en día Internet, la web 3.0 es la evolución natural que sucede a la actual web 2.0.
Cuando nos referimos a que la web 3.0 es una evolución, quiere decir que, si bien se implementarían nuevos elementos y formas de entender Internet para empresas y usuarios, no es un cambio que suponga un desequilibrio estructural.
Sin embargo, cuando mencionamos la web3 como transformación de Internet, en este caso sí es esperable un cambio estructural profundo de cómo concebimos la actividad y el funcionamiento de la web.
Si tuviéramos que poner en el espejo ambos casos con un ejemplo, podríamos decir que una evolución en la web 3.0 podría consistir en la homogeneización de términos y procesos, como lo pueden ser direcciones o compras por Internet.
Por otro lado, en la web3 podría tratarse de la tokenización de actividades. Por ejemplo, cada vez que un usuario realice una actividad de valor en la web, por pequeña que sea, puede recibir una recompensa como prueba de su interacción. Esto significaría certificar datos y acciones en la web vía blockchain.
Ejemplos de aplicaciones en la web3
Algunas de las funciones que se tienen previstas en el ecosistema web3 son:
- Mercado de bienes digitales vía metaverso.
- Participación en proyectos vía tokenización.
- Libertad y descentralización de control y servicios digitales.
- Contratos, identidades y procesos certificados con un alto componente de privacidad.
Dadas las grandes posibilidades que posee la web3, las funciones están al alcance del límite de la imaginación, pero también de la capacidad de llevarlos a cabo mediante una tecnología que aún está por confirmar su eclosión y, por ende, expansión.