Aprender a delegar es algo que tarde o temprano tendrás que hacer si tienes un proyecto y va creciendo. ¿Te gustaría delegar ciertas actividades de tu empresa? ¿Crees que sería positivo para tu negocio? Son preguntas habituales que seguramente te hayas hecho en alguna ocasión.
Delegar es una palabra que puede dar miedo en un momento determinado, pero si sabemos los pasos que debemos llevar a cabo para hacerlo, nos resultará más fácil.
Estar preparado para ello requiere también de un proceso mental en el que te das cuenta de que no puedes abarcar con todas las acciones y tareas que engloba tu proyecto.
Te surgirán preguntas como estas: ¿estoy preparado para delegar? ¿En quién delego? ¿ Por dónde empiezo?
Toma nota de estas pautas para que puedas delegar con total confianza.
¡ Ya no puedo más !
Si estás pasando por esta serie de circunstancias, ha llegado el momento de que te plantees el delegar tareas de tu empresa.
- Estoy agobiado y no puedo llegar a todo.
- Apenas duermo.
- Me siento muy cansado.
- No tengo tiempo para mi familia.
- Mis clientes se quejan de la falta de atención.
- No me apetece trabajar mañana.
Estos son indicativos de que estás muy agobiado, tu negocio ha crecido y necesitas encontrar especialistas que te ayuden.
Esa primera fase en la que te das cuenta de que has llegado a tu límite y no puedes más, dará lugar a las siguientes que son también esenciales en este proceso, ¿qué tareas delego? ¿En quién puedo confiar?
¿Qué tareas delego?
Si ya has tomado tu decisión en firme, ahora lo que debes hacer es elegir aquellas actividades que quieres delegar. Lo primero que debes hacer es pensar en aquello en lo que eres un auténtico especialista y centrarte en esto.
No tiene sentido que decidas delegar algo en lo que eres realmente bueno, sino todo lo contrario. Ten en cuenta estas sugerencias:
- Elige las tareas que más te cuestan.
- Crea un listado con todas ellas y prioriza las más urgentes de delegar.
- Una vez lo termines repásalo nuevamente para ver si estás conforme con lo que has escrito.
- Selecciona todas aquellas que desees y empieza a pensar en posibles candidatos y la manera de delegarlas.
Lo más posible es que tengas claro un presupuesto para colaborar o contratar a alguien. Una vez tengas las tareas, piensa en la forma de colaboración que deseas llevar a cabo. Por ejemplo: contar con alguien para dos horas diarias, ofrecer posibilidades de práctica para que aprendan y al mismo tiempo te ayuden, contratar a alguien directamente, etc.
Una vez tienes claro las tareas, ahora lo necesario es pasar a la fase de encontrar a esos especialistas que te ayuden a implementarlas en tu empresa.
Elige a tu equipo
Este paso da algo de miedo. Lo sabemos, pero si quieres focalizar tu energía en tu especialidad y seguir creciendo es algo casi obligatorio en el tiempo.
Colaborar y formar equipo es algo que puede salir bien y servirte para seguir ofreciendo nuevos servicios, aumentar tus clientes y mejorar las prestaciones que ofreces.
Ahora bien, ¿cómo elegir a los integrantes de ese equipo?
Si tienes claro las tareas que vas a delegar, debes buscar profesionales en esos determinados sectores.
Existen muchas formas de hacerlo:
- Poner anuncios en plataformas digitales.
- Buscar en grupos de especialistas en redes sociales.
- Poner un anuncio en tu propia web.
- Poner una oferta de trabajo en la oficina de empleo.
- Preguntar a amigos, compañeros y familia por ese tipo de profesionales.
- Investigar en Linkedin que es una red ideal para establecer este tipo de contactos.
- Acudir a centros formativos para conocer estudiantes que estén a punto de terminar sus cursos.
Como verás tienes un gran abanico de posibilidades para que puedas escoger a los especialistas que necesitas. Cuando tengas un listado de todos ellos, debes pasar a la fase de entrevistas.
En ese momento es importante dejar claro cómo vais a colaborar, el acuerdo para ello y el tiempo de dedicación que tendrá esa persona para llevar a cabo las acciones requeridas en tu empresa.
Lo que conseguirás al delegar
Una vez tengas a tu equipo de trabajo en acción y hayas pasado por todo este proceso, los resultados seguro que aparecen antes de que te des cuenta. Podrás conseguir:
- Dedicarte a tu especialidad.
- Rodearte de gente competente que te ayude a seguir creciendo.
- Conciliar mejor tu vida laboral y profesional.
- No agobiarte y trabajar de forma mucho más tranquila.
- Poder tener vacaciones y ausentarte si lo necesitas con la confianza de que tu negocio sigue activo.
¿Qué te puede ocurrir si decides no delegar?
Si tu negocio sigue creciendo y decides continuar sin contar con profesionales que te ayuden a gestionarlo podrá sucederte lo siguiente:
- Abarcar muchas tareas y no poder controlarlas todas.
- La calidad de tu trabajo se puede ver repercutida.
- Tus clientes pueden empezar a molestarse por la falta de atención.
- Dejarás de dormir y descansar.
- No podrás irte de vacaciones porque siempre serás imprescindible.
- Tu salud se verá afectada.
- No tendrás ganas de levantarte cada día para trabajar en el negocio de tus sueños.
- Dejarás de dedicarte a lo que principalmente te gusta y en lo que eres bueno.
- La conciliación familiar y laboral que tanto deseas se verá afectada por esto.
Estos son algunos indicativos de que delegar es necesario por la salud de nuestro negocio y por la nuestra propia. Si este es tu caso y tienes miedo de llevarlo a cabo, toma nota de esta guía y de estos pasos para que puedan ayudarte a hacerlo de forma progresiva y con total confianza.