Utilidad: Qué es y cómo representarla
¿Qué es la utilidad?
La utilidad es la medida de satisfacción por la cual los individuos valoran la elección de determinados bienes o servicios.
- Mide cuánto valor y satisfacción obtenemos de productos o servicios.
- Es algo muy personal y subjetiva. Lo que es útil para uno puede no serlo para otro.
- Nuestras preferencias basadas en la utilidad crean patrones de compra en la economía.
Utilidad: Explicación sencilla
Dicho de una manera más sencilla, es cómo medimos lo feliz o satisfecho que nos hace elegir ciertos productos o servicios. Esencialmente, es lo mucho que valoramos y nos beneficia usar o disfrutar de algo en particular.
Piénsalo así: si algo te gusta mucho y te hace muy feliz usarlo, entonces tiene mucha utilidad para ti. Esto significa que probablemente querrás más de eso. Seguirás aumentando su cantidad hasta que sientas que ya tienes suficiente, alcanzando lo que llamamos un punto de saciedad.
De este modo, se configuran a nivel individual y colectivo una serie de conductas de consumo y preferencias atendiendo a la utilidad y que, finalmente, da origen al importante concepto económico de demanda.
Suele considerarse que el uso de un bien o servicio tiene un alto nivel de subjetividad. Lo que a uno le parece genial, a otro puede no interesarle tanto. Esto varía según nuestros gustos, cuánto dinero o tiempo podemos gastar, e incluso lo que está de moda. Esta subjetividad hace que sea complicado medir la utilidad de forma precisa.
Por este motivo, la medición exacta de utilidades es altamente complicada en términos económicos.
En economía, hablamos de la utilidad como si fuera un beneficio o ganancia. Por ejemplo, cuando inviertes en algo o compras y vendes bienes, estás buscando esa satisfacción o utilidad. Las personas ajustan sus elecciones basándose en lo que les ofrece mayor felicidad o provecho, siempre teniendo en cuenta lo que pueden permitirse.
Representación gráfica de la utilidad
En microeconomía se representa este concepto por medio de la función de utilidad, que muestra de manera ascendente como la utilidad va decreciendo a medida que un individuo aumenta la cantidad del bien o servicio que consume.
Se alcanza, por lo tanto, un punto máximo en el cual ya no se consume más. Como ejemplo podemos tomar el caso de un apetitoso solomillo de ternera. Si comemos uno esta carne nos daría una gran satisfacción, pero si seguimos consumiendo habrá un momento en el que nos cansemos, estemos llenos o incluso no nos apetezca consumirlo más en un tiempo. En otras palabras, esa necesidad estaría ya cubierta.
