El comercio global se desacelera a mayor ritmo desde la gran crisis financiera. La guerra comercial acecha al mayor motor de crecimiento global. El informe de la OMC arroja un sentimiento negativo para el 2019 de no revertirse la situación.
El comercio global comienza a agotar su crecimiento. Los últimos informes que muestran la actividad económica que arroja el comercio internacional, a su vez, muestran una clara desaceleración en el comercio internacional y el número de transacciones, el cual ya crece a sus peores ritmos de crecimiento desde la gran crisis financiera.
Según los datos que arroja la Organización Mundial del Comercio (OMC), las previsiones del comercio global para los próximos años no son todo lo buenas que se esperaban. Aunque, a priori, se esperaban unos ritmos de crecimiento elevados para los próximos años, el deterioro del balance de riesgos ha provocado una mayor desaceleración.
A su vez, la desaceleración económica que vive el mundo. Una desaceleración económica que está arrastrando a la baja todas las previsiones de crecimiento de las principales economías desarrolladas que conforman el planeta, agrava por completo la situación, pues debemos tener en cuenta que uno de los principales motores de crecimiento de la economía mundial es el comercio global.
Todo esto, no debemos olvidar, viene precedido de las tensiones y auges proteccionistas de determinados países. Los tambores de guerra comercial y las continuas tensiones proteccionistas de Estados Unidos y China han acabado por debilitar las transacciones comerciales y los acuerdos de libre comercio. Aunque ambos países se encuentren en negociaciones, todavía no se ha encontrado la solución que devuelva la normalidad al comercio.
Continúan las negociaciones
El Gobierno norteamericano ya se ha sentado en diversas ocasiones con el Gobierno chino. Pese a las innumerables diferencias que separan a ambos países, ambos gobiernos tratan de buscar, mediante las negociaciones, nexos comunes que aúnen los intereses comerciales de respectivos países, así como los del planeta. El bloqueo comercial que sufre el mundo por semejantes tensiones no sólo castiga a China y Estados Unidos.
Aunque parecía una tarea imposible, China está cediendo terreno a Estados Unidos. Las presiones de Donald Trump hacia Pekín ya empiezan a surtir efecto, pues lo podemos ver en las decisiones de China de no usar la devaluación monetaria para favorecer a la competitividad de China en el comercio internacional. Una acción que, desde Washington, veían completamente desleal.
Aunque la reunión iba a tener lugar a finales de marzo, parece que la cumbre tendrá que posponerse. El Presidente Donald Trump no tiene prisa por negociar. De hecho, ya ha anunciado públicamente que la aplicación de barreras arancelarias, así como las negociaciones, «durarán lo que tengan que durar», y que van para largo. Unas declaraciones no muy favorecedoras para la economía global y el comercio, que ya nota la desaceleración y el debilitamiento.
«Las barreras arancelarias y las negociaciones, durarán lo que tengan que durar»
Donald Trump
Las cifras son claras
Según las cifras que arroja el informe de la OMC en materia de comercio internacional, este ha crecido a un ritmo del 1,5% durante el último trimestre de 2018. Una cifra que muestra, como hemos dicho, el peor ritmo de crecimiento para el comercio global desde la gran crisis financiera. Además, según el organismo, los informes publicados durante los últimos meses no vislumbran un futuro muy clarificador para el 2019.
Según los informes que nos muestra el organismo, las previsiones para el próximo año no son las esperadas. Pese a que algunos analistas de grandes instituciones muestren optimismo ante los incrementos que hemos visto en materia de PMIs y actividades comerciales, la única acción que puede devolver la estabilidad y normalidad al comercio global es un acuerdo comercial entre China y Estados Unidos, donde queden excluidos todos esos aranceles que se aplicaron este año pasado.
Como podemos observar en el cuadro, este muestra las estimaciones que realiza la Organización Mundial del Comercio sobre el optimismo o pesimismo para el comercio global en los próximos años. Como podemos ver, el cuadro muestra un claro pesimismo, lastrando todas las previsiones ante un escenario donde las tensiones comerciales y el proteccionismo continúenle siendo la prioridad.
La necesidad de una solución
Los informes que muestra el organismo indican cómo, de no corregirse las tensiones comerciales entre las dos economías líderes, las previsiones en materia de comercio internacional podrían sufrir nuevos reajustes a la baja para los próximos años. El comercio global se encuentra amenazado y, de seguir así, continuará cayendo su actividad.
Aunque hayan grandes problemas económicos, como los enormes volúmenes de endeudamiento de determinados países, la economía mundial sigue con todas las miradas puestas en la guerra comercial entre China y Estados Unidos, pues sigue siendo la principal incógnita por despejar en este tortuoso y dificultoso rompecabezas.
Como indicamos al inicio del texto, el comercio internacional tiene un gran peso en el crecimiento económica. Tal es su grado de importancia que el Fondo Monetario Internacional pronosticaba crecimientos para la economía global del 4,2%, siempre y cuando se cumpliesen las condiciones idóneas para que el comercio global continuase expandiéndose y ganando terreno en las economías.
Ahora, este crecimiento económico, así como el comercio global, están perdiendo la llama. Están perdiendo ese crecimiento que avivaba una economía que cada vez se encuentra más debilitada y desacelerada. Un problema que, de no ponerle solución, podría ir allanando el terreno a próximas recesiones para la economía global, el peor de los desastres.