El reciente pacto alcanzado entre China e Italia, que prevé un incremento del comercio entre ambos países ha dado lugar a que se hable de una “nueva ruta de la seda”. En Economipedia explicamos en qué consiste el memorando firmado por el gigante asiático y la tercera mayor economía de la eurozona.
Ya desde el siglo II a. C. la ruta de la seda habilitó el comercio de larga distancia. Las civilizaciones orientales y occidentales quedaron conectadas gracias a la denominada ruta de la seda, que continuó activa durante la Edad Media, quedando asociada su historia a personajes como el viajero veneciano Marco Polo. De ahí que estemos volviendo a hablar de ‘una nueva ruta de la seda’.
La decisión de Italia de ampliar sus lazos comerciales con China ha sido muy criticada por sus socios europeos. Sin embargo, Italia, con su economía entrando en recesión técnica y un nivel de deuda pública superior al 130% del PIB, busca nuevas formas de revitalizar su economía.
Un impulso a la economía italiana
Las relaciones comerciales entre ambos países ya eran fluidas de por sí. Prueba de ello es que Italia destinaba a China el 3,4% de sus exportaciones, valoradas en 13.700 millones de euros, en contraste con unas importaciones procedentes de China valoradas en 20.000 millones de euros. Pero Italia quiere ir más allá y dar un paso de gigante, convirtiéndose en el principal socio comercial de China en Europa.
Acuerdos en sectores estratégicos
En vista de este interés por fortalecer las relaciones comerciales, ambos países han firmado un memorándum consistente en 29 acuerdos, 10 de los cuales son institucionales, mientras que los 19 restantes son de tipo comercial. Estos acuerdos abarcan áreas estratégicas para la economía tales como: la cultura, la energía, infraestructuras, transportes y el sector bancario. Ahora bien, se trata de un memorando no vinculante, lo que no crea relaciones jurídicas. En otras palabras, se ha acordado una hoja de ruta para estrechar lazos comerciales.
Energía y banca
En el área energética, Ansaldo Energía trabajará en estrecha colaboración con la compañía china Shangai Electric, sin olvidar que la compañía petrolera italiana ENI trabajará con Bank of China en la búsqueda de reservas de petróleo en territorio chino.
Es llamativo el caso de Bank of China, pues sus acuerdos van más allá del sector energético y facilitará que la Caja de Préstamos y Depósitos de Italia pueda obtener el capital necesario a través de bonos panda. Recordemos que los bonos panda consisten en títulos en yuanes chinos que se colocan a las entidades bancarias.
Infraestructuras y otros proyectos
Otro sector de gran importancia para la economía son las infraestructuras y la construcción. En este aspecto, la constructora China Communication Construction Company (CCCC) trabajará en los puertos de Trieste y Génova, vitales para la expansión comercial de China en Europa.
Por último, Italia buscará penetrar con mayor profundidad en los mercados chinos a través de la exportación de carne y fruta, sin dejar de lado proyectos aeroespaciales de fabricación de satélites. Más allá de los aspectos puramente comerciales, en el plano cultural, Italia también se ha comprometido a devolver a China numerosos restos arqueológicos.
China busca aumentar su influencia
Dejando a un lado la perspectiva italiana, cabe preguntarse: ¿Qué gana China al profundizar en sus relaciones comerciales con China?
A través de estos acuerdos, China conseguirá que sus productos lleguen más fácilmente a aquellos mercados más lejanos.
Otra razón de peso sería que el coloso asiático mejoraría su influencia geopolítica. Y es que, Italia es el primer país del G7 en aceptar una propuesta tan ambiciosa de un país como China. Es más, el importante desembarco de China en Italia podría ser utilizado por el país asiático como elemento de presión ante la Unión Europea. Precisamente este es el motivo por el que la firma del memorando no ha sentado bien ni en Estados Unidos ni entre los socios europeos.
Solo el tiempo dirá si el acuerdo contribuye a dar un empujón a la economía italiana o si se trata de un caballo de Troya de China para ganar influencia en Europa.